HELIODORO RODRÍGUEZ MEDINA
Todas las constituciones que he leído hasta ahora tienen un contenido en común, delimitan las fronteras geográficas, señalan e indican qué territorio corresponde a su país.
Todas, además, tienen en su contenido, qué forma de Estado tienen y qué forma de Gobierno.
Todas tienen un inicio diferente, la española con el sujeto elíptico, dice: «Don Juan Carlos I Rey de España, a todos los que la presente vieren y entendieren» y la de E.E.U.U comienza así: «NOSOTROS, el Pueblo de los Estados Unidos».
Todos esos países tienen una acuñación de moneda propia con una cara y una cruz, en las españolas todos sabemos qué aparece.
En Cataluña se hace una declaración de República Catalana sin decir ni aclarar lo siguiente:
¿Quién redacta la Constitución?
¿Qué tipo de forma de Estado y Gobierno quieren constituir y bajo qué sistema electoral?
¿Qué fronteras demarcaría?
Monarquía es lo opuesto a República, en Cataluña la Forma de Estado es la Monárquica, con lo cual, declarar una forma de Estado radicalmente opuesta a la que existe en España en su conjunto es una contradicción en los términos que enumero.
Todos los partidos políticos catalanes son pagados por el Estado Monárquico español y se deben a él.
Todos los partidos políticos catalanes forman una oligarquía de partidos cuyo origen y desarrollo ha sido amparada por la forma de Estado monárquica y forma de Gobierno partidocrática.
No tan solo es un horror la separación de Cataluña de España porque esta es un hecho de existencia, sino que en el peor de los casos tendrían una República de Partidos que es lo que de momento proponen.
Solución: abstención en las próximas votaciones del 20 de diciembre. Hemos de decirles que no los respetamos, que no los legitimamos y demostrarles que la solución para el nacionalismo de Cataluña, así como de Canarias u otras regiones de España es la República Constitucional, elegidas ambas formas de estado y gobierno en un periodo de Libertad Constituyente donde se acabarán los nacionalismos por minoritarios, solo emocionales y alejados de la razón.