En respuesta al artículo de Santiago González “Los coritontos de D. Antonio”
Me llamo Helena Bazán. No tengo parentesco con el Sr. García-Trevijano. Usted ha tenido la iniciativa de intervenir en el asunto de Guinea para solidarizarse con las calumnias y menosprecios dirigidos por su compañero en El Mundo Víctor de la Serna contra el Sr. Trevijano. Todo lo que añade de nuevo en su respuesta a las protestas de los asociados al MCRC, por su falta de respeto al abogado granadino, está publicado por el propio Sr. García-Trevijano en un libro de 1977, llamado “Toda la verdad. Mi intervención en Guinea”. El párrafo que Vd. transcribe es exacto. Antes de que se hablara del cemento, el Sr. García-Trevijano informó a la opinión pública de los siguientes datos inequívocos:
A) Una S.L. llamada Simed (abreviatura de Simone y Eduardo), constituida por Simone, cuñada del Sr. García-Trevijano, y por Eduardo Muñoz Seca, hijo de D. José Muñoz Seca, amigo íntimo de D. Antonio, le hace el favor al exministro de Sanidad de Guinea, Pedro Ekong, de enviarle a crédito una pequeña partida de cemento, por valor global de 4.178.773 pesetas, incluido no sólo el precio del cemento, sino también todos los gastos y costos de la operación (flete, embarque, desembarque, aduanas, tarifas de puertos, almacenamiento, carga y descarga, etc.)
B) El Sr. Pedro Ekong no pagó cantidad alguna de dicha factura a Simed, S.L.
C) La Srta. Simone Chouraki, para hacer frente a la pérdida total de esta pequeña partida de cemento, obtiene del gobierno guineano el encargo de que le envíe productos farmacéuticos cobrando ella una pequeña comisión. Según los datos de la OCDE y de la Dirección General de Aduanas, entre el mes de mayo de 1975 hasta el año 1977 y cobrando una comisión inferior al 10%. Simed gestionó para el gobierno de Guinea el 0,83 % de su comercio exterior en la especialidad farmacéutica exclusivamente. Con esa comisión Simed no logró pagar la totalidad, pero sí una gran parte de la factura del cemento financiado por D. José Muñoz Seca, padre de Eduardo.
Los errores cometidos por Vd. en el asunto del cemento son debidos a que más que su deseo de conocer la verdad ha primado, por razones ideológicas, su deseo de que hubiese visos de realidad en algo que perjudicara al Sr. García-Trevijano. Ese encono le ha hecho cometer dos errores: a) convertir, tal vez, 250.000 kilos de cemento fletados por Simed en 2.500 toneladas. b) Tomar como si estuviera escrita por Leopold von Ranke, la biografía de Francisco Macías que aparece en la web www.biografiasyvidas.com escrita por desconocidos en cualquier ámbito intelectual. En el pueblo Nzang Ayong, lugar de nacimiento de Macías (distrito de Mongomo), a muchos kilómetros de Bata, cerca de Camerún, no existe Palacio alguno. En Bata hay tres Palacios. Dos son coloniales, construidos por España antes de la Independencia. En uno recibía Macías a D. Antonio y lo invitaba a cenar. Por esa razón éste creyó que la cuestión del cemento, por usted vinculada a un Palacio, se refería al único que él conocía. El tercer Palacio, llamado África, está en Bata y fue terminado (según me informa la familia de Macías) en el año 1975, con el diseño de un arquitecto francés, con empresas constructoras y materiales procedentes de Francia (alguno de origen chino). Desde el año 1973, el Sr. García-Trevijano no volvió a pisar Guinea Ecuatorial. Hasta hoy no conocía la existencia de este único Palacio construido bajo la dictadura de Francisco Macías.
Finalmente, puesto que usted menciona a Juan Goytisolo, ha de saber que éste pidió disculpas públicas al Sr. Trevijano, por haber hecho comentarios negativos en El País, sobre su actuación en Guinea cuando no conocía la realidad de esta actuación. No vaya a pensar que escribo todo lo anterior para que usted rectifique. Eso me parece inconcebible. Lo hago para la completa información de tantísimas personas que defienden, y seguirán defendiendo, la honestidad del Sr. García-Trevijano en todas sus actuaciones, incluidas las referentes a Guinea Ecuatorial.
