JUAN PEDRO QUIÑONERO.
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Peor que la crisis: la angustia social que genera el modelo político y su oligarquía ideológica.
Tras el debate de la nación, las conclusiones del CIS son siempre catastróficas:
39,1% de los ciudadanos dicen pensar que “ningún político logró imponerse en el debate”
Mariano Rajoy, consiguió el 34, 6% de las preferencias, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba apenas fue creíble para el 7,7% de los encuestados. La ventaja del presidente es de 26,9 puntos.
El 51% de los encuestados califican las intervenciones del presidente del Gobierno de “bastante malas” o “muy malas”, una valoración aún más negativa en el caso de Rubalcaba (61,7%).
Las valoraciones globales de los restantes portavoces están por debajo del 3%. El coordinador general de IU, Cayo Lara, se sitúa en la tercera posición con un 2,8% seguido de la portavoz de UPyD, Rosa Díez, con un 2,3%. Josep Antoni Duran Lleida, de CiU (0,2%), Joan Coscubiela (ICV), Aitor Esteban (PNV) y Uxue Barkos, del Grupo mixto (0,1).
En la anterior celebración del debate sobre el estado de la nación, en 2011, los ciudadanos encuestados por el CIS dieron la victoria al presidente del PP y entonces principal líder de la oposición, Mariano Rajoy, que se impuso al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, quien anteriormente no había perdido ninguno de los cinco debates que convocó como presidente.
La ventaja del líder del PP fue entonces de 8,5 puntos, al ser valorado como el ganador del debate por el 27,2% de los ciudadanos frente al 18,7% que adjudicó la victoria al presidente del Gobierno. Entonces también un porcentaje importante, 33,5%, consideró que nadie había ganado.
En el momento álgido de las crisis que España arrastra desde finales del siglo XX, el desgobierno, mal gobierno y los estragos de la oligarquía ideológica han agravado la angustia social. Según los sondeos del CIS, la opinión mayoritaria de los españoles es muy semejante a la de Goya, hace dos siglos: una cofradía de asnos satisfechos de sus asnerías, desgobernando a España, rumbo a ninguna parte:
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Capricho número 40.
