PACO BONO SANZ
Rubalcaba dimite, parece que el consenso se tambalea, Juan Carlos abdica. Irrumpe PODEMOS en el panorama electoral español. PODEMOS, Pablo Iglesias, un partido vestido con las ideas de una izquierda que no existe en la política española, porque todos los partidos, incluido PODEMOS, son políticamente de derechas. Presume Pablo Iglesias de ser la alternativa a la casta. Sin embargo, el propio Pablo Iglesias es casta desde el momento en que ha aceptado “acatar la constitución hasta que los ciudadanos decidan cambiarla”. ¿Ciudadanos en España? ¿Dónde? En España no hay ni un sólo ciudadano, porque no somos iguales ante la ley, porque nuestros derechos no están garantizados, ni nuestra libertad tampoco.
Pablo Iglesias ya ha anunciado su centrismo. Las encuestas le dan mayoría en unas urnas de por sí fraudulentas. Porque en España no hay representación ciudadana, sino listas de partidos, y de esto tampoco escapa el partido del 15M. No señores, no cabe cambio con quien ya ha renunciado a su ideología para sumarse a la socialdemocracia, a la demagogia por sistema, a la corrupción. ¿Corrupción? Así es. Ya lo anunció Don Antonio García-Trevijano cuando publicó “La Alternativa democrática” en 1977: “la corrupción será el factor de gobierno del régimen de partidos estatales”. ¿Cómo sino se puede gobernar una oligarquía de partidos? En los despachos.
1978, año en el que se fragua la gran mentira. España pasa de una dictadura autoritaria a una oligarquía de partidos. La dictadura franquista se reforma en la trastienda, donde se redacta también una constitución en secreto, a espaldas de todos los españoles. No hay ruptura democrática, no hay elecciones constituyentes; los franquistas junto con los oportunistas opositores pactan el consenso e impiden la apertura de un periodo de libertad constituyente. El pueblo español queda secuestrado por la demagogia y la mentira, acobardado y amenazado por el ruido de sables, imposible en aquellos días. España se homologa en Europa y funda su partidocracia, su monarquía de partidos, un régimen a imagen y semejanza de las naciones europeas liberadas del nazismo.
Treinta y seis años después, la corrupción se desborda. No hay ni un sólo partido estatal que haya formado parte de algún gobierno y se encuentre libre de la corrupción. Y es que los partidos estatales son en sí mismos elementos corruptos. No sólo por la forma con la que entraron en el Estado, sino porque su dependencia del Estado, su poder dentro del Estado, los convierte en una maquinaria oportunista de la demagogia,. ¿Dónde está PODEMOS? En el consenso, en la oligarquía. PODEMOS ofrece falsas esperanzas a un pueblo ignorante en lo político, un pueblo incapaz de ver que su libertad sólo será posible cuando la logre por sí mismo. No hay libertad otorgada, sino conquistada con la fuerza pacífica de la libertad constituyente. PODEMOS es una farsa política, un nuevo engaño que da oxígeno a un régimen caduco. Su aspiración no es la libertad, sino la igualdad de condiciones. Pero ni siquiera en este aspecto son honrados. Puesto que si la socialdemocracia te obliga a abandonar tu ideología, no cabe otra igualdad que la del juego de los oligarcas. PODEMOS ya es igual que el resto de partidos estatales. Tras la corrupción ideológica y moral a la que obliga el consenso, sólo le falta la corrupción económica. Y ésta llegará cuando gobierne. Si no, tiempo al tiempo.