PACO BONO SANZ

Este artículo no va dirigido a ti. Porque sé que tú no has votado. Tú no eres de esos ingenuos que piensan que su voto significa fuerza alguna. Tú no te crees la mentira de que un sistema electoral de listas de partido pueda ser representativo del elector. Tú sabes la verdad y la defiendes. Quienes votan listas de partido no eligen, sino que legitiman la elección previa hecha por los amos del poder político, los jefes de los partidos financiados por el Estado. A ti no hay quien te engañe porque jamás te has creído la sandez de que la soberanía nacional reside en el pueblo español. Por supuesto que no. Tú sabes que la soberanía la ostenta el jefe del partido que gobierna el Estado.

Has vuelto a casa y de regreso has caminado por el parque de tu barrio. Te has fijado en sus árboles tristes, sus jardineras sin flor, en su árida tierra y en esos columpios descoloridos. De repente, te has preguntado quién es el responsable de que tu parque, el jardín en el que juegan tus hijos, se encuentre en tan mal estado. Lo has imaginado con grandes árboles de hoja perenne, césped, flores, un gran espacio con columpios de colores, muchos bancos, un estanque, el trinar de los pájaros, el sol de los niños, la sombra de los ancianos, su sonrisa y el tiempo, porque un parque es más que un rincón sin torres de hormigón y de ladrillo, un parque debe ser un oasis de belleza, de tranquilidad, para el encuentro, para la diversión, porque los parques son la imagen del espíritu colectivo de sus pueblos… ¿Qué puedo hacer para que este sueño se cumpla? Te repites. Has despertado. Del sueño pasas a la cruda realidad…

¿Quién puede mejorar el parque de mi barrio? ¿A quién me dirijo? Piensas. Se trata de una pregunta de fácil respuesta para ti. Como no estás representado por nadie, a nadie te puedes dirigir. El Ayuntamiento está en manos de los partidos. Los concejales no te representan, sino que representan al partido que los ha incluido en la lista. Ellos obedecen a sus amos, por eso han votado al alcalde que les han ordenado (el mismo que los ha incluido en la lista, u otro tras un pacto entre partidos). ¿Dónde está tu poder? ¿Y dónde estás tú? Paseando, de vuelta a casa, pensando en todo esto… ¿ Y si hubiera un representante? ¿Y si elimináramos el sistema de listas para que los concejales fueran elegidos de forma uninominal en distritos pequeños? Tu voto significaría fuerza, porque podrías elegir a tu representante de distrito; una persona cercana, de tu barrio, elegida por mayoría absoluta. ¿Qué ningún candidato logra el cincuenta por ciento más uno de los votos en la primera convocatoria? Se celebra una segunda elección entre los dos candidatos más votados. El ganador ha de luchar en el ayuntamiento por los intereses de tu distrito, de tu barrio. El ganador ha de cumplir sus promesas, y una de sus promesas ha sido la de embellecer el parque. Ha dado su palabra de que hará todo lo que esté en su mano para mejorar las instalaciones. Tu representante de distrito (concejal de distrito) tiene una oficina en tu barrio. Puedes acudir a ella para reunirte con él. Sabes que se dejará la piel para cumplir con sus compromisos porque, si os traiciona, le podréis echar antes de que finalice el mandato. Además, dentro de cuatro años deberá revalidar su puesto con unas nuevas elecciones y se tendrá que enfrentar con otras candidaturas uninominales.

Mientras no haya una constitución que sea resultado de la libertad constituyente, que garantice los derechos y que separe los poderes ejecutivo (alcalde) y legislativo (concejales), tu voto no cambiará nada y tu voz sólo podrá vomitar la indignación. Derecho al pataleo, lo llaman. Yo prefiero denominarlo la rabieta de los niños. ¡Despierta! Lucha por tu parque. Lucha por la libertad política y por la democracia. ¡Fuera las listas de partido!, ¡fuera la financiación estatal de los partidos, patronal y sindicatos por parte del Estado! ¡LIBERTAD CONSTITUYENTE YA!