PACO BONO SANZ
Don Cosme y Don Damián
– “El PSOE sólo fue democrático con Julián Besteiro”, dijo el otro día Don Javier Nart.
– Conocido abogado. ¿Dónde lo escuchó usted?
– En un programa nocturno de debate político.
– ¿Cómo un hombre tan bien instruido y experimentado afirma tal barbaridad?
– Eso mismo me pregunto yo, pero comente usted el asunto, que me encantará escuchar su razonamiento.
– Según el DRAE, por no ir más lejos, un partido lo forman un conjunto o agregado de personas que siguen y defienden una misma opinión o causa. En cambio, la democracia, científicamente, consiste en una forma de gobierno fundada en la separación de poderes y la representación ciudadana.
– Se refiere usted a la democracia formal.
– Así es, la democracia representativa, la democracia como principio. La democracia como fin se conoce como democracia material, que para mí es antidemocrática, porque antepone el Estado a la Nación, el fin al principio.
– La traición a la propia ideología del partido en tanto en cuanto se convierte en Estado cuando alcanza el poder.
– Efectivamente. He aquí la clave del asunto, los partidos en democracia son agrupaciones ideológicas con el único fin de tomar el poder para desarrollar una determinada política.
– Los partidos forman parte de la democracia, pero no son democráticos en sí.
– Los partidos no son nada en sí, porque en democracia actúan como herramienta para las personas. En democracia se vota a las personas y no a los partidos. La pertenencia de esas personas a un determinado partido tiene que ver con su ideología.
– En EEUU los partidos sólo albergan un fin electoral; cuando finalizan los comicios, desaparecen, no forman parte del Estado, al contrario de lo que sucede en España.
– Allí los partidos participan de la democracia, por lo que no necesitan exaltar su esencia democrática.
– Ni tienen el porqué hacerlo. De hecho, los partidos subvencionados por el Estado, ya sea en una oligarquía o en un Estado totalitario, se consideran democráticos, se justifican así, cuando tal condición es del todo imposible por la naturaleza de su régimen. Todo partido que necesite reivindicarse como democrático aspira a ser en realidad totalitario, o lo que viene a ser lo mismo, oculta la pretensión de imponer al resto su ideología, cual es su verdadero fin.
– La democracia es otra cosa…
– Ya lo hemos dicho, la democracia tiene que ver con la forma de gobierno de un Estado y no de un partido. La consideración de que el PSOE o cualquier partido político en España haya sido alguna vez democrático es malvada.
– Y mentirosa… ¿Se lo dirá usted a Javier Nart?
– ¿Serviría de algo?