Jose Maria AlonsoJOSÉ MARÍA ALONSO

A la hora de formarse un criterio digno de ser publicado y difundido, es necesario estudiar los antecedentes teóricos disponibles de las fuente más fiables y comprobar de primera mano si es posible los hechos sobre los cuales se ha de emitir una opinión, de modo que esa opinión –que puede tener cualquiera- cobre validez al convertirse en un criterio sólidamente fundamentado.

Son numerosos los casos que ocupan estos días de fin del verano a la opinión publicada, generalmente tendenciosa, subjetiva y exenta de criterio. Entre otros, el suceso publicado que nos ha mostrado unas imágenes de inocentes civiles masacrados por un ataque químico en Siria. Ese ataque, según los medios oficialistas cercanos a la esfera anglosajona y países de la OTAN, ha sido perpetrado por el gobierno Sirio, y respaldando esa afirmación dicen poseer unas pruebas que no muestran. Sin embargo, los medios afectos al Grupo de Shangai, grupo que contrapesa en el equilibrio geopolítico y militar a la OTAN y al que pertenecen entre otros Rusia, China, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán (y en el que Irán, India, Pakistán y Mongolia son observadores con entrada prácticamente automática en caso de conflicto armado), sostienen la tesis de que dichos ataques han sido perpetrados por las fuerzas rebeldes opuestas al régimen de Bashar el Assad, con la intención de provocar una intervención de la OTAN que apee del poder al actual gobierno sirio.

Sea como fuere, ningún medio oficialista dice que ni la OTAN ni el Grupo de Shangai desean la libertad política colectiva de los sirios, sino su tutela estratégica. Aunque ambos pondrían como excusa la defensa de la integridad física de la población civil, en el caso de los Estados Unidos siempre se hace con la manida frase de llevar la ¨democracia¨ a cualquier rincón del mundo, siempre y cuando posea recursos energéticos o tenga una posición geográfica interesante para ellos. Jamás los Estados Unidos han liberado a ningún pueblo garantizando el desarrollo del ejercicio de la libertad política colectiva que permitiese instaurar una democracia como la que ellos tienen, con verdadera representación del elector al dividir las circunscripciones electorales en distritos pequeños y eligiendo con mayoría absoluta a un sólo representante que defienda los intereses de su circunscripción en una Asamblea Nacional, como sí ocurre en su propio territorio, en el del Reino Unido o en la República Francesa.

Aunque dicen que no pretenden derrocar al actual régimen, tampoco pretenden los Estados Unidos con su potencial ataque quirúrgico o de castigo inutilizador de objetivos minuciosamente elegidos forzar a Bashar el Assad para que permita un periodo de libertad constituyente durante el cual los sirios puedan elegir la forma de estado que desean, y que unas cortes constituyentes redacten una Constitución que separe los tres poderes, el Ejecutivo representante del Estado sirio, el Legislativo representante de la Nación siria y el Judicial.

No es tampoco de esperar que Rusia ni China lleven a Siria aires de libertad como los que se respiran en América del Norte aunque los Estados Unidos se reserven ese frescor para sí mismos. No son los regímenes euroasiáticos precisamente garantes de las libertades individuales, como para esperar que los sean de la colectiva…

A la vez que los sirios sufren opresión, falta de libertad y son masacrados por tirios y troyanos, los que se erigen en jueces mundiales tienen a sus espaldas fracasos como el que hoy lacera al pueblo iraquí, sumido en una guerra civíl después de haber sido ¨liberado¨ por los Estados Unidos. Una vez más es peor el remedio que la enfermedad.

Mientras que los medios oficiales y oficialistas sean emisores o voceros de opinión debidamente cocinada y conducida de los enemigos de la libertad, tendremos que seguir comparando su desinformación con el criterio de los medios que, de manera más modesta, pero con empeño y constancia ponen a disposición del lector y de manera desinteresada artículos cuya lectura le ocupa en este momento. Esa es la intención de este articulista para la temporada 2013-2014, sean bienvenidos al Diario Español de la República Constitucional.

 

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