PACO BONO.
Don Cosme y Don Damián:
– Yo soy republicano. Mire usted.
– ¿Republicano? ¿Acaso es usted rojo?
– No, soy liberal.
– ¿Republicano y liberal?
– Por supuesto. Liberal, republicano y, por tanto, demócrata.
– De esto no ha hablado Aznar.
– Ni tampoco hablará Soraya.
– Ellos están entretenidos con los nacionalistas.
– Los cencerros del Estado de partidos, la eterna excusa del régimen…
– Pero volvamos a lo nuestro. Me interesa mucho su afirmación de valores. ¿Por qué se declara liberal?
– Porque reivindico al individuo, su libertad individual y su voluntad.
– ¿Entonces no se considera usted una pieza en el engranaje de la sociedad como la célula lo es en el organismo vivo?
– No señor. Para empezar, las células no disfrutan de voluntad y conforman una unidad que sí la tiene, el individuo. Sin embargo, con el Estado ocurre al revés, éste no puede gozar de voluntad, pero está conformado por personas que sí la contienen.
– ¿Quiere decir que nuestro modelo social está fundado en un imposible?
– No existe ningún modelo social, pero sí una sociedad, constituida por millones de personas con voluntad. Lo utópico es el Estado organizador y colectivista.
– ¿El Estado utópico?
– El Estado debe ser una forma y nunca un fin.
– ¿Habla usted de la igualdad?
– Efectivamente. El Estado jamás garantizará igualdad, sencillamente porque siempre beneficia a unos y perjudica a otros; el Estado es oligárquico.
– Ya lo dijo el otro día Don Dalmacio Negro en “Lágrimas en la lluvia”.
– ¿Lo vio usted?
– Sí.
– Entonces prestaría también atención a lo expuesto por Don Antonio García-Trevijano.
– ¡Cómo no! ¡Si ese señor es de mi quinta!
– Y de la mía. ¡Y fíjese que estoy hecho un chaval!
– Ni que lo diga… ¡Como él!
– Le decía… Don Antonio establecía la república constitucional con forma de gobierno democrático como solución al conflicto entre el individuo y el Estado.
– ¡La igualdad de todos ante la ley!
– Exacto, ¡la república!
– ¡La separación de los poderes ejecutivo y legislativo!
– Muy bien, ¡la Constitución! Garante también de la independencia judicial.
– Tomé nota de sus palabras, habló de la república liberal. La que parte de la sociedad civil. Sólo a través del liberalismo se puede fundar una república constitucional y democrática. El único ejemplo existente en el mundo es Estados Unidos.
– Todo un hito en la historia de la humanidad.
– Odiado por los colectivistas, afanados en sacrificar al individuo en pro de un falso grupo.
– Los Estados de partidos, los Estados socialdemócratas.
– Los verdaderos asesinos del hombre y de su felicidad.
– Sin embargo no han podido con nosotros.
– Ni con los que nos seguirán. Jamás derrotarán al hombre y su deseo de vivir en libertad.
– Moriré sin haber cesado ni un momento en la defensa de estos valores.
– Morirá con honor por su demostrada lealtad a la condición humana.
– Libertad y felicidad.
– ¡República Constitucional!
– El verdadero camino para el progreso.
– Que luego no digan que todo está perdido…