La fiesta de los Pujol en su hotel de Acapulco fue apoteósica. Todavía resuenan los ecos de aquella maratoniana juerga que duró 48 horas y en la que el honorable Jordi Pujol estuvo acompañado como anfitrión de su esposa Marta Ferrusola, sus hijos y hasta sus nietos más queridos. Es “la familia” y la inversión lo requería, pues fue presentado como “socio” por sus partenaires mexicanos. Ligeros de ropa, con abundante bebida y con todo lo que suele aderezar estas noches locas de Acapulco para que se prolonguen hasta dos días seguidos, día y noche, los Pujol demostraron que saben gastar el dinero, aunque nadie preguntara por su procedencia.
Fuente: Quien.com