PACO BONO SANZ.
Con el silencio de los medios, el sistema, la rápida descomposición nacional avanza como la nada, gangrenando las entrañas de un país fundado por extranjeros, por Roma, invadido, reconquistado, cabeza destartalada de una Europa imposible, la de los pueblos sin más, la de la demagogia, la Europa que calla y otorga. Con apenas ruido se han ido asentando las “realidades nacionales” de palabra invertida, generación a generación han ido expandiéndose las ortigas de la oligarquía, las falsas apariencias reinan en estos tiempos de deshielo de poetas y patriotas, usura de sentimiento, profanación de la libertad.
Así hemos terminado el dos mil doce. Año clave y miserable en lo político y en lo económico, año de más dependencia y servidumbre, tiempo frenético para un pueblo dormido. Dicen que Cataluña quiere ser libre, juego de partidócratas, duelo de guerreros sin espada, gánsters de gatillo fácil, mercenarios de lo público. Entre ellos se disparan con bala de fogueo, que el tráfico de influencias siempre cotiza hacia el alza, no hay temor, ni tiempo que perder para cumplir los objetivos de su partido. ¿Defienden España? No ¿PP y PSOE y Monarquía como pilares de la Nación? Menuda farsa de canallas. Ellos han consentido que unas elecciones “autonómicas” se conviertan en un plebiscito, han aceptado el envite de Artur Más, porque les interesa alimentar su partidocracia, han permitido que siga el juego. Desean conseguir que los siervos participen con su voto de alpiste, porque sin ellos se rompe la baraja, y las gallinas del Congreso no comen, como tampoco los gallitos autonómicos, sus amigos…
Aman España de boquilla, viven del estraperlo nacional al que obliga el chantaje nacionalista, fomentan la pasión vacía, sortean la frustración con la amenaza de la ruptura, enemigo común; callan a los enemigos atando la justicia, desnudándola. Mercadean e intervienen las energías, controlan los bancos, usurpan la riqueza de la gente, quebrantan los pactos, son expertos oportunistas, ratas de cementerio, cucarachas con traje y corbata, farsantes de medio pelo, hipócritas, incoherentes, de compraventa fácil, pobres de espíritu… ¿Y esos son los líderes?
A ninguno de los partidos hegemónicos y subvencionados les importa la nación, sino el Estado, su feudo, sus negocios… ¡Han apostado la Nación Española sobre un tapete sucio y corrompido! Los súbditos abrimos juego, somos la excusa, pagamos nosotros, ganan ellos, y España es casino, que el dinero público no es de nadie hasta que alguien se lo lleva a Suiza. No se engañen, Cataluña no prende fuego a España, no puede, porque es todo cenizas, un desierto negro para la libertad, hampa de subvencionados, capaces de vender a su madre por un voto