JOSÉ MARÍA ALONSO ALBERO.
Escuchar la insistencia con la que el presidente del Gobierno de España proclama la irreversibilidad del Euro con esa entrañable dicción resulta chocante, máxime cuando son cada vez más los ciudadanos de los diferentes países que forman parte de la zona Euro quienes despiertan a la realidad respecto de la creación de dinero sin un respaldo físico tangible. No es el objeto de este artículo el extenderse respecto a la etérea creación de dinero y si su respaldo ha de ser áureo, argentino, o simplemente pasta de papel impresa con corte mecánico, pero ya es popular el leit motiv de ¨darle a la impresora¨ si hace falta y de que el BCE ¨lo que tiene que hacer es comprar deuda española para que vuelva a fluir el crédito¨ lo que sería una especie de bálsamo de Fierabrás que obraría el milagro para que en España y en otros países europeos volviera a dinamizarse la acción económica hoy prácticamente paralizada.
Sin embargo, y contra los deseos de nuestro tan legal como ilegítimo Presidente, hay otros actores en Europa que con sus declaraciones recientes parecen indicar no sólo que el Euro no es irreversible cual metástasis extendida por el organismo, sino que niegan la mayor expresando su rechazo frontal a la adopción de la moneda única, y su consiguiente pérdida de soberanía monetaria. Es decir, se niegan a perder el control de la impresora de billetes de sus respectivas monedas nacionales.
Este caso es el del actual Presidente del Banco Nacional de Polonia, el profesor Marek Belka, quién antes de ejercer el cargo sustituyendo al malogrado Sławomir Skrzypek -fallecido junto al Presidente de la partidocrática IV República Lech Kaczyński-, ostentó cargos tan significativos como el de Primer Ministro y Ministro de Finanzas de Polonia, así como el de Director del Fondo Monetario Internacional, cuya dirección ejecutiva no pudo ejercer por haber sido designado en su lugar el públicamente vapuleado y socialmente destruido Dominique Strauss-Kahn.
En recientes declaraciones en la conferencia conjunta del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial celebrada en Tokio el profesor Belka ha declarado que “La decisión de establecer el euro como una moneda única fue una decisión equivocada y Polonia antes del final de la crisis de deuda de la zona euro no tiene la intención de sustituir su moneda (Zloty Polaco) por el euro”.
Asimismo el presidente de NBP (Banco Nacional de Polonia) hizo hincapié en que Polonia va a empezar a hacer sus transacciones con el euro solo cuando vea una mejora en la situación económica de los países de la Unión Europea (UE) como España.
Pues bien, si países tan importantes como Polonia, con una extensión y población similar a la de España, se muestran tan reacios al Euro, la impresión que da Mariano Rajoy apelando a al irreversibilidad de la moneda única, como si de una enfermedad incurable se tratase, es de una desesperación que raya en lo inmoral, pues tal empeño está obligando a unos sacrificios por parte de la ciudadanía que cada día son más difíciles de asumir.
Del presidente del Gobierno en su cerrazón con continuar con recortes, austeridades y confianza ciega en el Euro se podría decir en éste caso como se dice en broma de los devotos de San Blas de Huete, que por sanar a uno mató a siete. Al parecer, la ermita del santo se alza en lo alto de un cerro, y es causa de fatiga para el que allí sube; el cuál, por añadidura y con grave daño para su salud, bebe el agua helada que brota de un manantial cercano. Pues bien, nuestro galleguísimo gobernante, haciendo subir a los españoles por la empinada cuesta de los sacrificios, recortes y austeridades, y obligándoles beber el agua helada del Euro, por sanar a Europa se va a cargar España.