Paco Bono

PACO BONO SANZ

La publicación por parte del diario ABC de la noticia de la desaparición de los tres periodistas españoles abre de nuevo un debate sobre la ética periodística. Causa asombro la indignación de tantos y tantos internautas que acusan al decano de la prensa española de haber hecho oídos sordos a la petición que hicieron los familiares de los desaparecidos y el gobierno español, quienes pedían discreción ante la falta de información, “ya que cualquier dato que se hiciera público podría poner en juego la vida de los periodistas”.

En el momento en que escribo este artículo (miércoles, 22 de julio, a las 23:00 h) todavía se desconoce el paradero y la situación de los tres españoles. De lo único que se tiene certeza es de su preocupante desaparición. Indignación y ética. Dos palabras clave para una izquierda social sin moral.

Pero, ¿acaso no saben todos estos falsos izquierdistas que no puede haber ética sin moral? ¿Qué ética periodística le pueden exigir a una prensa como la española capaz de ocultar la verdad de lo sucedido antes y durante la Transición, de encubrir la verdad sobre el 23F y de participar en una gran mentira como es la de que en España hay una democracia? ¿Conocen todos estos activistas indignados que Santiago Carrillo es el peor traidor que ha existido en España? Sí, Carrillo, el de Paracuellos, el jefe del Partido Comunista en la clandestinidad, quien fue capaz, de la noche a la mañana, de abandonar sus ideas para sentarse con los franquistas (muerto Franco, por supuesto) y participar así en el reparto del botín del nuevo Estado de partidos resultante de la reforma política del franquismo, que fuera orquestada por franquistas y dirigida por el primero de los traidores, Juan Carlos, quien inauguró esta era de inmoralidad con la traición a su padre.

Sólo ABC se ha atrevido a romper el pacto de silencio para ser el primero en dar la noticia de las desapariciones. ¡Lamentable honor! ¿Pero y la verdad de lo ocurrido durante estos 30 años? Ni un solo periodista tiene la decencia de reconocer y denunciar las mentiras. Pero esto no escandaliza, no. ¡Nadie publica que, en la primavera de 1976, Don Antonio García-Trevijano fue encerrado en la cárcel de Carabanchel durante más de tres meses por la decisión arbitraria del entonces ministro Manuel Fraga! Nadie publicó las más de catorce querellas que presentó Don Antonio García-Trevijano a finales de 1976 ante la difamación que sufrió por parte del PSOE, con la complicidad de una prensa inmoral, respecto a su papel en Guinea Ecuatorial.

Sí, Don Antonio García-Trevijano, el fundador de la Junta Democrática y coordinador de la posterior Platajunta, el hombre al que traicionó Santiago Carrillo. ¿Moralidad en España? ¡Ninguna! ¿Qué ética esperáis entonces vosotros izquierdistas que ni siquiera sabéis quién fue vuestro líder? ¡Un traidor! España no tiene pulso, ni espíritu, sólo nos exaltamos cuando nos remueven las entrañas, ¡somos unos desalmados! Así nos va. ¡Libertad constituyente ya!

P.D: Todo mi apoyo a los familiares de los tres desparecidos.

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