La ancestral ignorancia artística de los periodistas y medios de comunicación españoles está siendo aprovechada por los actuales responsables del Museo del Prado hasta el punto que han retirado “El Coloso”, la emblemática obra de Francisca de Goya, del catálogo del Museo. Además, han presentado a la prensa el “descubrimiento” de un Tiziano que se había presentado hace 13 años.
La grave acusación respecto al Tiziano que recientemente dio a conocer el director del Museo, Miguel Zugaza, ha causado sonrojo en medios artísticos internacionales. Dicha obra, que representa a San Juan Bautista, ya se presentó como de Tiziano tras su restauración hace 13 años en las actas del Simposium internacional celebrado en el Prado en junio de 1999. Ese juego de “montajes mediáticos premeditados”, “grandes conquistas” (que no lo son) en el campo de la investigación, y el cotidiano “marketing festivo sin fundamento, ajeno a la dignidad de un museo” en que se ha convertido la institución, está provocando “la sonrisa burlona en las élites académicas y científicas de los museos europeos”, según otro especialista consultado. El motivo de tanto desmán parece claro: “Han dado por excepcionales noticias propias de la vida cotidiana de un museo. Han presentado “hallazgos” con la intención de convencer al gobierno actual de la nación”.
“No existen en el Patronato de este buque insignia, profesionales con la suficiente preparación o nivel académico en el campo del arte. No se cuenta con ningún profesional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, con ningún miembro de las universidades o del cuerpo de conservadores de museos del Estado. Es inaudito. Los responsables de velar por la integridad y actividad de los museos deben ser siempre las élites de mayor currículo, que debe ser exigido para acceder a estos puestos como ocurre en Francia (Louvre), un ejemplo a tener en consideración”, afirman estas mismas fuentes.
Hace poco, el Louvre paralizó la restauración de la “Santa Ana con la Virgen y el Niño” de Leonardo porque varias autoridades académicas rechazaron la intervención sobre la obra por considerar incorrecto el trabajo llevado a cabo. Esto es comprensible, aunque ha transcendido discretamente, porque realizó la restauración una especialista italiana en pintura al fresco totalmente ajena a la pintura al óleo que requería la técnica de este cuadro. Uno de los grandes especialistas que se mostró más enérgico en rechazar esta restauración fue la directora del Instituto de Restauración de Francia. La especialista italiana en fresco fue impuesta por una de las poderosas empresas inmobiliarias que habían contribuido a sufragar la restauración.
Otra actividad que se denuncia alude a una alto cargo del Museo: Manuela Mena, a la que señalan por ser “la causante de retirar El Coloso del catálogo de Goya, ante la indignación de todo el mundo culto y especializado”.
Las denuncias revelan la utilización del museo “como un centro mercantil, con una política de exposiciones temeraria que pone en peligro las obras de arte, viajes incluso hasta a Australia de obras de la mayor calidad e insustituibles. “Un museo es sobre todo una colección permanente” y los préstamos deben ser “excepcionales” ni deben afectar a soportes frágiles, como las tablas. El centenario de un pintor o un aniversario especial son las únicas situaciones que avalan un traslado. Las exposiciones acometen un coste que desafía la crisis que sufre España. Existen muchos motivos para justificarlas pero la seguridad de las obras y la situación económica de un país deben primar”. Fuentes del Prado señalan que en el museo “se desmontan las salas históricas para exhibiciones temporales con propósito mercantil”.