PACO BONO SANZ
España no fue creada por la voluntad de los españoles, sino que fue una creación de la historia, fruto de accidentes geográficos, del azar, de la voluntad de ciertas personas con poder. Lo que no se creó mediante el acuerdo colectivo, no se puede destruir mediante el acuerdo colectivo. La existencia de España no es materia para la democracia, ni para la voluntad. No hay razón por la que esta generación de españoles goce del privilegio suicida de decidir sobre la ruptura y extinción de España. Porque, ¿acaso creen que España puede ser España si uno o varios de los territorios que la integran se separan de ella? No. ¿Tendrán el derecho a volver a unirse las generaciones futuras? No. El nacionalismo no lo permitirá, porque su esencia es el chovinismo y el imperialismo. Los nacionalistas consideran que lo suyo es lo mejor, modifican la historia, mienten, tergiversan y son capaces de todo para alcanzar su meta, que no es otra que la constitución de su propio Estado. Jamás permitirá un nacionalista que sus hijos puedan renunciar al nacionalismo. Es por ello que la destrucción de España sería irrevocable. Todo pacto con ellos está abocado al fracaso. Si no, obsérvenlo en la historia.
Nacionalistas, ¿queréis la independencia? Pues entonces tendréis que ganar dos guerras: una civil contra los habitantes no nacionalistas de vuestra región y otra contra toda la España no nacionalista. Si no fuera por este régimen de la traición, el consenso y la corrupción, vuestra derrota estaría servida. Sólo la libertad colectiva puede salvar a España de su suicidio. Porque la libertad política se funda en la existencia de España. Si no hay España, no puede haber igualdad de todos ante la ley (república), ni igualdad de oportunidades (democracia). El republicano activo, el repúblico, sabe distinguir los hechos de existencia (España), de los hechos de experiencia (la forma de Estado y de gobierno). En este tiempo de gravísima confusión y falsedad, es necesario que todas las personas inteligentes se sumen con valor a la lucha por la conquista de la libertad política, una lucha pacífica, pero incansable que nos permita convertir a España en un ejemplo de innovación. Para ello, lo primero es derrotar al nacionalismo, cortar sus alas. ¡Jamás conseguiréis romper España con la paz!