PACO BONO SANZ.
DON COSME Y DON DAMIÁN
– En España no hay Constitución Formal.
– ¿No hay Constitución formal?
– La hay material.
– ¿Me explique?
– Forma o materia.
– ¿A qué se refiere usted?
– Libertad individual o planificación colectiva.
– ¿Qué diferencia hay entre una Constitución formal y una material?
– Con la formal la Nación controla y limita el poder del Estado; mientras que con la material es el Estado el que controla y limita a la Nación desposeída de poder.
– La material no es entonces una Constitución.
– No formalmente.
– ¿Qué es entonces?
– Una dictadura encubierta: la tapadera de la socialdemocracia.
– ¿Socialdemocracia?
– Democracia material.
– ¿No me digas que también hay democracia formal?
– Sí señor, la que se estructura a través de una Constitución formal.
– Interesante. Pero poco quiere saber el pueblo español de todo esto.
– Parece complejo, pero no lo es.
– En absoluto, cualquiera con dos dedos de frente entiende la diferencia entre forma y materia.
– No nos salgamos del tema.
– Y no lo hemos hecho.
– Retornemos.
– Volvamos.
– En España no hay democracia formal porque no hay una constitución que separe los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.
– ¿No hay democracia y hay varios partidos?
– No son partidos.
– ¿Entonces qué son?
– Instituciones del Estado.
– ¿Instituciones?
– Herramientas de poder dentro del Estado, como los sindicatos, como la patronal, todos ellos mantenidos por ese Estado capaz de aniquilar toda voluntad o ideal del individuo.
– ¿Consenso?
– Efectivamente, ¡ya se me adelanta usted!
– Voy asimilando.
– El consenso es la renuncia a la ideología, a la voluntad, el consenso consiste en un pacto contra el librepensamiento que ha sido fraguado por una oligarquía deseosa de mantenerse en el poder indefinidamente.
– ¡Por eso decimos que todos los partidos acaban obrando de forma similar!
– ¡Sí! Todos engañan a sus votantes, se corrompen, incumplen sus promesas y pactan con sus enemigos por el poder.
– ¡Pero no traicionan al Estado!
– ¡Nuevamente brillante! ¡Sí señor! No traicionan lo que en verdad son.
– Si los partidos, los sindicatos, la patronal y la monarquía son todos Estado, ¿qué pinta aquí el pueblo español?
– Poco, sólo decide el porcentaje de reparto de poder; los españoles son súbditos, no ciudadanos, no son libres, su voluntad está secuestrada.
– No disfrutan de representación dentro del Estado.
– Pero tienen fútbol y subsidios.