PACO BONO SANZ.
– ¿Qué sientes por la muerte de Hugo Chávez?
– No siento nada.
– ¡¿Cómo puedes decir eso?!, ¡si se trataba de un dictador!
– El problema no era Chávez. El problema está en el sistema.
– ¿Qué problema?
– La forma del régimen republicano de Venezuela.
– ¿La forma de Estado?
– No, la forma de gobierno. Chávez fue un personaje autoritario con aspiraciones dictatoriales que, para conquistar el poder, siguió los pasos del nazismo. Primero trató de dar un golpe de Estado, y como fracasó, optó por la vía de las urnas. ¿Acaso no te suena?
– Claro que sí, de tal modo obró Hítler. Pero no deberíamos comparar a Chávez con Hítler, porque aquél fue además un genocida.
– Y no los estamos comparando, sólo afirmo que ambos llegaron al poder del mismo modo.
– ¿Quieres decir que si Chávez en lugar de un Chávez hubiera sido un Hítler la forma de gobierno venezolana le hubiera permitido alcanzar la presidencia para permanecer en ella por tiempo indefinido?
– ¡Has dado en el clavo! En el régimen venezolano, el presidente ostenta muchísimo poder, ya que ni se da la separación formal de poderes, ni la independencia judicial, por lo que cualquier demagogo populista que, llegado Presidente, desee perpetuarse en el cargo, lo puede conseguir, porque no hay forma legal de evitarlo.
– Si no hay forma de controlar formalmente su poder, entonces, Chávez era un dictador en toda regla.
– Era un hombre mucho más inteligente de lo que por los medios de comunicación parecía; seguía el ejemplo de las partidocracias europeas y sudamericanas: pasión ideológica reaccionaria y culto al “como si”.
– ¿Culto al “como si”?
– Efectivamente. Su régimen estaba más próximo a la dictadura, pero parecía una democracia, actuaba “como si” fuera una democracia, igual que esa enfermedad que mata sin dar nunca la cara.
– ¡Algo así sucede en España!
– Sí, y en la mayoría de países del mundo. La fórmula del “como si” nos invita a aceptar pasiva y apasionadamente lo que otros proponen, convirtiéndonos en siervos con libertad tutelada.
– ¿”Como si” fuéramos ciudadanos?
– Exacto. Pero no lo somos.
– ¡Hombre! Por todos es sabido que para ser ciudadano primero hay que ser republicano.
– No señor, te equivocas, para ser ciudadano hay que poder ser ¡repúblico!
– ¿Qué diferencia hay entre ser republicano y ser repúblico?
– Que el republicano recibe pasivamente la república (acepta “el como si”), y le sirve cualquier forma de gobierno republicana, sea o no formalmente democrática. Sin embargo, el repúblico desea participar activamente en la república, por lo que necesita de un régimen que garantice sus derechos como ciudadano, una república con poderes separados de raíz, independencia del estamento judicial, garantía de representación: una democracia formal.
– Entonces, según lo que explicas, la muerte de Chávez no soluciona el problema.
– Efectivamente, el drama continúa… Como en Venezuela no hay libertad política, ni hay democracia, no tardará mucho tiempo en aparecer otro aspirante a dictador…