PACO BONO SANZ
Prejuicio, según el DRAE, “acción y efecto de prejuzgar”, “opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca algo que se conoce mal”. Estamos rodeados de prejuicios, porque ni nacemos libres, ni iguales, llegamos al mundo desnudos y sin consciencia de nosotros mismos. Somos educados según la cultura del país donde nacemos, de la Fe o pensamiento de nuestros antecesores, condicionados por familiares y terceras personas que en la mayoría de los casos nos transmiten una información parcial. No tomamos partido, sino que otros ya eligen la parte por nosotros. Son pocos los capaces de reconocer la parcialidad de las ideas que les han inculcado como un logos. Por lo general, las personas tendemos a rellenar nuestros vacíos de conocimiento con prejuicios, como nuestro cerebro completa los puntos muertos de la imagen que captan nuestros ojos.
No hay mayor error que la visión de la totalidad a través de una idea parcial, he ahí la esencia de las ideologías y de los partidos políticos, que hacen gala de ellas. La mayoría de las ideas que nos condicionan son parciales, son medias verdades que no se pueden llegar a conocer en profundidad si obviamos las ideas contrarias que constituyen el todo. Sin embargo, hay ideas que son universales por sí mismas, que no constituyen ninguna ideología, entre ellas está la idea de la libertad política. La libertad es una “idea fuerza”, tal y como explicó Don Antonio García-Trevijano en uno de sus famosos artículos.
Resulta muy difícil desprenderse de los prejuicios, de esos prejuicios que nos impiden llegar a conocer las otras ideas parciales, y no digamos las ideas fuerza. España está dominada por los prejuicios ideológicos fruto de la ausencia de verdad política. Para llegar a esa verdad uno tiene que reconocer y asumir interiormente su ignorancia, hay que conocer la verdad de los hechos, hay que atreverse a afrontarlos para cambiar la realidad que impide que nuestro país salga del bucle de frustración general. Yo soy optimista, porque he vivido y he visto muchos cambios tanto en mí como en las personas de mi alrededor. Cada vez hay más súbditos que saben que son súbditos y se atreven a dar el paso para convertirse en ciudadanos. En Teoría Pura de la República están perfectamente detallados los pasos a seguir para conquistar por fin la libertad política en nuestra Nación. Sólo de ti depende comprenderlo, o te liberas de tus prejuicios o serás siempre un esclavo intelectual. Sed libres con nosotros, porque sólo habrá libertad cuando todos seamos libres.
