Vicente Carreño

VICENTE CARREÑO CARLOS.

(La  Representación Uninominal y la Separación de Poderes en la Política Municipal).

¿Quién no va a querer un Ayuntamiento democrático?

¿Quién no desea la Democracia formal para su pueblo y su Ayuntamiento?

¿Quién no quiere reglas de juego democráticas para elegir y gestionar el Ayuntamiento de su ciudad?

¿Se imaginan poder elegir al Alcalde de su ciudad,  de entre varios candidatos presentados en candidaturas ellos solos, sin concejales, sin listas, a doble vuelta y por mayoría de todos los electores de su ciudad?.

¿Se imaginan poder elegir, por separado del Alcalde,  a todos los concejales del Ayuntamiento, por distritos, en candidaturas de un concejal por distrito, a doble vuelta y por mayoría de los electores de ese distrito?.

¿Se imaginan un Ayuntamiento con un poder Ejecutivo claro, el Alcalde, y un poder de Representación y Control, el Pleno,  en el que los Concejales representan a sus respectivos distritos electorales y a sus vecinos?.

De esta manera, el  Alcalde tendría a su favor la mayoría de todos los electores,  para gobernar y dirigir la gestión administrativa y política del Ayuntamiento.

El Pleno del Ayuntamiento tendría la importantísima  función como órgano de  Control Plenario, y  de Representación distrital.  Los Concejales de Distrito tendrían a su favor a la mayoría de los electores de cada barrio para ser representados.

El Alcalde no habría sido elegido por los concejales de la mayoría, por lo tanto no tendría  garantizada la impunidad, no tendría un cortafuegos en la mayoría de concejales puestos previamente  por él en las listas del partido. Ahí, en ese escollo,  tendríamos una garantía de control político a favor de los ciudadanos.

Los concejales que componen el Pleno no forman parte de listas, no están obligados a votar por disciplina de voto ni por mandato imperativo de partido.  Los Concejales de Distrito se deben a sus electores, a su barrio, y estarán concernidos  y obligados por lo prometido a sus votantes en la campaña electoral, en virtud de lo cual fueron elegidos.

Los Concejales de Distrito, también llamados de Barrio, tendrán toda la autoridad política necesaria para su noble función democrática. Por ello tendrán acceso a toda clase de documentación que les será facilitada al instante de pedirla, tendrán la más absoluta libertad de movimiento en todas las dependencias y negociados municipales,  dispondrán de despachos. Las minorías tendrán garantizado ser mayoría en las comisiones de control…

Dos poderes que se vigilan el uno al otro, dos poderes que se miran con verdadero recelo, dos poderes constituidos por los ciudadanos, dos poderes que tienen que rendir cuentas a sus electores, y que, tienen que rendirse cuentas entre si; todo lo contrario de lo que ocurre ahora, donde quien tiene el poder de la Alcaldía, lo tiene todo… hace y deshace a su antojo, quita y pone de aquí y de allá, siempre tiene la mayoría del Pleno a su favor, no tiene nunca quien le controle eficazmente porque las minorías siempre están maniatadas por leyes y reglamentos antidemocráticos. Las comisiones de control son suyas siempre, prohíben a los funcionarios dar información a las minorías, contratan a dedo, crean plazas para amigos y conocidos, otorgan contratas a dedo…

A estas alturas ya se habrán dado cuenta de que todo este formidable entramado democrático  implica un cambio notable en:

1º.- La Ley Electoral

2.º.-La Ley de Bases de Régimen Local

3º.- Cambiar el Reglamento de régimen interno de los ayuntamientos.

Estamos hablando de  LA DEMOCRACIA  en tal que Separación de Poderes, que es la  capacidad para elegir por separado a quien nos ha de gobernar (El Alcalde) y capacidad para elegir también por separado a quién nos ha de representar (Los Concejales de Distrito).

Ahora en el Ayuntamiento  hay un solo  poder, absoluto, el del Alcalde, el de la mayoría. Los concejales de las minorías son convidados de piedra, pareciera que están de prestado, que no forman parte de la legalidad… solo tienen “derecho al pataleo”, se les trata con desprecio, se les niegan información, se les escamotean medios… solo representan a unas siglas, si de verdad se les considerara representantes de los ciudadanos, de los contribuyentes,  de los barrios y distritos, entonces, tendrían la consideración de respetables,  de  autoridades merecedoras de tal consideración institucional en función de su cargo.

La Democracia Municipal está por llegar. Tenemos que unir fuerzas para convencer con la fuerza de la razón de que es posible la DEMOCRACIA FORMAL MUNICIPAL.

Sin Democracia no hay progreso, porque no hay separación de poderes y porque no hay representación de los ciudadanos en el Ayuntamiento.

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