Si se erradicara la mafia, se arrancarían
las raíces mismas del Estado Italiano.
Bettino Craxi. Primer Ministro Italiano 1.983-87
Definimos Organismo Público como una organización que forma parte de la Administración Pública, dedicada a la gestión o ejecución de servicios prestados por el gobierno de un territorio y sus gentes. Mafia, como una organización que emplea medios ilícitos para alcanzar sus fines. Hampa como conjunto de maleantes que, unidos en una especie de sociedad, cometen robos y otros delitos. Definimos funcionario, como persona que desempeña un empleo público.
Si existiera una organización dedicada a la ejecución de las órdenes emanadas del Gobierno de un territorio, administrada por funcionarios, algunos de los cuales, unidos en una especie de sociedad, emplea medios delictivos para alcanzar sus fines, habríamos alcanzado la identidad entre organismo público y mafia, entre administración y hampa. No podríamos distinguir entre funcionarios y hampones o mafiosos.
La Dirección General de Trabajo del Gobierno de Andalucía, Organismo Público, que tiene como función la organización, ordenación y desarrollo de las relaciones laborales en el territorio andaluz y su comunidad, es o ha sido a la vez, una organización para distraer fondos públicos en beneficio de aquellos que discrecionalmente establecieran los dirigentes de este organismo administrativo.
Javier Guerrero, ex director general de Trabajo de la Junta de Andalucía entre los años 1.999 y 2.008, se encuentra en prisión, y se le exige una fianza de casi 700 millones de Euros, exactamente 681.190.686 Euros. La fiscalía había pedido 933 millones de euros.
El Juzgado impone esta fianza atendiendo a los criterios de proporcionalidad, moderación, medida justa y equilibrio. Lo que da una buena idea de lo sucedido.
Se encuentran imputados el ex Consejero de Empleo, D. Antonio Fernández, el ex Viceconsejero Agustín Barberá. Según criterio de la Juez que instuye, “los sucesivos directores generales y sus superiores pudieron advertir la presunta ilegalidad de los expedientes iniciados por Guerrero, pero no detuvieron los pagos ni pusieron en marcha mecanismos de reintegro.”
Pues bien: esta aseveración de la Juez, establece la identidad entre mafia y Organismo Público, entre alto funcionario y hampón.
Esta transmutación ha sucedido ante la vista de todos. Tras tomar conocimiento, si nada cambia en la organización del Estado, porque nadie lo demanda, si el sistema transforma la administración en mafia y los administrados callan, la culpa ya no es solo de los expoliadores. La culpa es también de los expoliados.
Jose Luis Escobar Arroyo