PATRICIA SVERLO.

A lo largo del “reinado” del PSOE, mientras el rey se divertía en Mallorca, en Baquèira, en Suiza o donde fuese, su valoración en las encuestas registraba los índices más elevados de popularidad, por encima del 80%, que crecían de manera imparable. Y los únicos inconvenientes eran los golpes que con “real” torpeza se daba de vez en cuando, mientras jugaba a alguno de sus juegos favoritos, que le obligaban a estar de baja durante largos períodos. Aunque esto nadie lo podría atribuir a los socialistas. Antes, en julio de 1981, ya había tropezado con una puerta de vidrio cuando se dirigía a la piscina de La Zarzuela, y le tuvieron que escayolar un brazo.

Z65-117846 - © - Tramonto

Pero después vinieron muchos accidentes más, que no pillaban nunca al monarca trabajando. En enero de 1983, durante las vacaciones navideñas en Gstaad, tuvo uno de los accidentes más graves. Resbaló con una placa de hielo, cosa que le produjo una fisura en la pelvis. Fue un susto importante que casi le costó un testículo. Tras ser atendido en Suiza, fue trasladado rápidamente a Madrid. Cuando Sabino Fernández Campo, el secretario de la Casa Real, fue a recibirlo y lo vio postrado en la litera en que lo bajaban del avión, pálido, demacrado, despeinado.., vaya, hecho un asco, no pudo dejar de exclamar: “Señor, con todo respeto, tengo que decirle que un rey sólo puede tener ese lamentable aspecto si viene de las cruzadas“. La recuperación de don Juan Carlos duró dos meses, pero le dejó como secuela un hematoma interno que originó una fibrosis reactiva (“brida fibrótica pelviana periuretral que ejerce presión sobre el uréter izquierdo“), que tuvo que ser operada dos años después. En la intervención se le extirpó la fibrosis y parte del testículo izquierdo. Los médicos le recomendaron entonces que pusiera las partes al sol para favorecer la cicatrización, y fue cuando tuvo la mala suerte de que un paparazzi le fotografiara desnudo sobre la cubierta del yate Fortuna en aguas de Mallorca, como si fuera un “naturista”, cuando sólo lo hacía por prescripción facultativa.

En 1988 se dio un cacharrazo cazando en Suecia. Cuando perseguía alborotado una pieza, una rama le dio un golpe en el ojo a traición. En diciembre de 1989, durante unas vacaciones en la estación de Courchevel (los Alpes franceses), otra trompada le produjo contusiones y heridas en la cara. El 28 de diciembre de 1991, esquiando en Baqueira, se cayó otra vez, mientras bajaba por una pendiente muy empinada, y se hundió el disco tibial de la rodilla derecha, por lo que tuvieron que intervenirle quirúrgicamente una vez más. Tuvo que traer muletas hasta el mes de abril. La Casa Real, preocupada por el hecho de que los españoles pudieran empezar a pensar que tantos golpes no eran una cosa normal, difundió la versión de que el accidente había sido contra otro esquiador que cruzó el camino que seguía él. El misterioso obstáculo no fue identificado nunca, aunque las redacciones de algunas revistas se llenaron de espontáneos que se querían atribuir el honor.

 

Galería de caídas del rey

(haga clic en la imagen)

[EasyGallery id=’caídasdelrey’]

rey caida-gif

 

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí