Cuarta parte de “La fiebre del republicanismo a debate” emitido en TV en 2006. Moderado por Germán Yanke, con los invitados Ignacio Sotelo, Gabriel Cisneros y Benigno Pendás. Junto con Antonio García-Trevijano, quien en su intervención pide una aclaración de leguaje y términos usados por sus contertulios, que confunden regímenes liberales con democráticos. Defiende que en España no hay democracia, en la II República tampoco hubo, son regímenes liberales pero no democráticos. Expresado con claridad, no hay democracia porque no hay separación de poderes y no hay representatividad de la sociedad civil. Ahora los diputados representan únicamente a su jefe de partido.  No hay control del poder. Manifiesta defender el sistema representativo norteamericano, y recuerda su origen descrito perfectamente por Tocqueville. Una Constitución que garantice la democracia es aquella que crea confianza en los gobernados, e instituciones que desconfíen de los gobernantes. Empero la Constitución del 78 es exactamente lo contrario. El republicanismo nace porque el pueblo ha intuido que la unidad de España no se puede dividir, y todos los partidos españoles creen que la nación es un proyecto subjetivo de vida en común y esto es una idea fascista de la nación,  en lugar de considerarlo correctamente como un hecho heredado que nos viene  dado por la historia. Acusa a todos los partidos y al sistema monárquico como responsables de la disolución de idea nacional. Por último, determina que  problema no es elegir  entre monarquía o república, sino entre esta oligarquía de partidos que no resuelve el problema de la unidad de España y la república que si lo va resolver.