Federico Utrera recuerda cómo a la muerte de Franco, en la población española caló la idea de que era conveniente prolongar el régimen del dictador hacia una monarquía de partidos para evitar otra guerra civil. Antonio García Trevijano corrobora lo cierto de la difusión de esa idea y la define como imposible, descabellada y de argumentos falsos. Precisa, además, que fue Santiago Carrillo quien, a partir de su frase “se oyen ruidos de sables”, dio origen a este infundio. Aún siendo el mejor informado de que no había el menor peligro de intervención del Ejército, Carrillo se inventó esta frase con la única intención de engañar a las bases del Partido Comunista y arrastralo, así, a asumir su traición a la libertad con su apoyo la monarquía. http://www.youtube.com/watch?v=6EuopmbH0Eo

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