Ocho jornadas de agitación pacífica de masas urbanas en Irán, iniciada como reacción contra la acción fraudulenta del gobierno en el escrutinio de los votos, han transformado la situación inicial de las relaciones de poder entre Estado y Sociedad. El momento político cambia aquella situación en tiempos contados por horas. Los datos concretos y locales, sobre victimas y posiciones de los líderes gubernamentales, religiosos y sociales, pasan a ser insignificantes, o carentes de transcendencia, ante la magnitud, intensidad y sentido virtual de los acontecimientos. Pero cuatro evidencias se imponen ya en la percepción analítica a distancia de lo que allí acontece. La crisis de gobierno se ha transformado en crisis de Estado, cristalizada en la falta de autoridad civil de las instituciones y en el desafío público de Musaví a Jamenei. La iniciativa política ha pasado a manos de la oposición. La reacción cívica contra el fraude electoral se ha convertido en acción política contra el Régimen. La acción del Estado se reduce a reacción defensiva, asustada y amenazante de baños de sangre, contra el acoso permanente a la sociedad gobernante por la sociedad gobernada. Cuestión distinta es la de saber o intuir a dónde conduce la evolución de los acontecimientos, y cuál será el punto de la encrucijada que decidirá y determinará el éxito de la marcha fúnebre de la reacción estatal, mediante sistemática represión institucional, o bien la esperanzada marcha triunfal de la acción liberadora de la sociedad, mediante la conquista del poder político. Sería temerario atreverse a diagnosticar el inmediato futuro de Irán sin conocer los siguientes datos, que este Diario no tiene. 1. Relación de fuerza religiosa entre ayatolás gubernamentales y reformistas. 2. Aceptación del liderazgo de Musavi por Rezai y Karroubi, dirigentes de los otros dos partidos expoliados en las urnas. 3. Participación en el movimiento popular de los que no votaron en las elecciones. 4. Presencia en la protesta civil de los partidos laicos que participaron en la triunfante revolución contra el Sha (liberales, socialistas, comunistas), y fueron apartados después de la República Islámica. 5. Relación de fuerza entre Ejército, Policía y Milicianos armados. 6. Posición de los empresarios y ejecutivos de empresas públicas. Sin estos datos, se puede adelantar, no obstante, que Irán ya no está en la inicial alternativa Reforma o Represión, sino en la fatalidad conjuntiva Represión y Revolución. florilegio "Las revoluciones no devoran a sus hijos, como dice el tópico saturnino de los malos historiadores, sino a los bastardos que las quieren abortar o detener cuando aún no han desplegado todas sus energías creadoras."