Es importante empezar una tarea de alfabetización política que nos compete en exclusiva al Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional.   La mentira política es el instrumento privilegiado de la partitocracia para mantener en el engaño hipnótico a miles de compatriotas creyendo que vivimos en una democracia.   La Teoría pura de la Republica no necesita más que de ella misma para ser impuesta por la razón ya que ostenta la verdad política en la actualidad. Necesita de sus altavoces a medida que va siendo estudiada por personas capaces y ella misma circula con rapidez y con la misma intensidad que las ideas de libertad entre las sociedades gobernadas por algún tipo de totalitarismo, los intelectuales la discuten, la gente sencilla la admira, se está germinando la llegada de la misma.   Cuando oía a mis compañeros del MCRC hablar de rebelión y revolución me pareció una desmesura, sin embargo hoy yo mismo me sorprendo hablando en los mismos términos porque hay ideas que llevan en ellos mismos el encrespamiento de su propia fuerza interna.   Un ideal no es una formula muerta, sino una hipótesis perfectible; la evolución humana es un esfuerzo continuo para adaptarse a la naturaleza, que evoluciona a su vez. Un ideal es un punto y un momento entre todo lo posible que puebla el espacio y el tiempo, evolucionar es variar. En la evolución humana varia incesantemente el pensamiento. La vida tiende naturalmente a perfeccionarse. A medida que la experiencia humana se amplia, observando la realidad, las ideas son modificadas por la imaginación, que es plástica y no reposa jamás. Las ideas son, por ende, reconstrucciones imaginativas de la realidad que deviene. Un ideal colectivo es la coincidencia de muchos individuos en un mismo afán de perfección. Todo ideal es una fe en la posibilidad misma de la perfección. Hay tantos idealismos como ideales; y tantos ideales como hombres aptos para concebir perfecciones.   Pues bien, la Teoría Pura de la República es el máximo nivel de perfección política al que se puede llegar en este momento por eso sólo se espera su implantación. Después habrá más eras, y La velocidad de la misma tiene que ver con la estirpe de los que tienen que implantarla, de nuestra energía revolucionaria para propagarla y en este esfuerzo de propagación viene todo lo demás, es la fuerza interna de las grandes ideas. Por eso no dudo.   La mentira política se diluye al sólo contacto con un revolucionario, lo veo en mi práctica política diaria, porque no se sostiene uno sólo de sus ejes ante las razones de la Libertad Política, y da igual que sean miles de hombres contra uno sólo, basta con conseguir su propagación. En ese sentido me parecen contrarrevolucionarios y bastardos aquellos que utilizan los foros sobre la Libertad Constituyente para divagar o adulterar los planteamientos, no porque me considere un repetidor de esquemas sino porque que necesitamos que los conceptos políticos correctos sustituyan a los incorrectos emanantes de la mentira política.   Que se sepa que es democracia y qué no lo es, que es Libertad y que no lo es, que es separación de poderes y que no.   No me parece una indignidad ser portavoz de un ideal llamado a sustituir el viejo orden autoritario de la partitocracia aunque tenga que renunciar a ser un propagador de ocurrencias más o menos brillantes que generan seguidores. Ya tenemos donde ir.

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