El grupo PRISA arrastra una deuda que suma en torno a los 5.000 millones de euros. Desde principios de año sus ingresos han descendido un 75% con respecto al 2008 y su estandarte ideológico, El País, sostenedor de la monarquía y la Constitución, tiene dificultades para financiarse. El grupo multimedia ha perdido parcialmente el favor político que con tanto gozo disfrutó durante el felipismo. Quizás por todo esto sea todavía más vulnerable a la connivencia con el poder, allí donde éste quiera hacer uso de su influencia mediática. El País ha perdido un 10.5% de ventas con respecto al año anterior y un 27.7% de publicidad. En total se estima que su EBITDA cae un 46% y su margen de rentabilidad se contrae hasta el 11%. Aun así, los ingresos que proporciona a PRISA suponen el 4.6% del total con 23,5 millones de euros. Si es cierto que El País supone una apuesta estratégica en la consecución de la hegemonía cultural entre los intelectuales, su poder de formación de opinión en la sociedad de masas es muy inferior al que la cadena cuatro puede otorgar al grupo, que a su vez es directamente proporcional a la influencia que PRISA pueda ejercer sobre el poder. A pesar de esto, la página web del diario es la segunda más visitada tras El Mundo aunque en los últimos tres meses ha perdido un 5.4% del porcentaje de usuarios globales que lo visitaban (El Mundo gana un 4.4% y El confidencial un 3.1%). La línea editorial de El País ha cambiado desde el ataque frontal a Zapatero, cosa sin importancia, hasta entrar en la dialéctica de cuestionamiento de las reglas de juego, al nombrar por primera vez al régimen como partitocracia, y pedir la despolitización de las Cajas de Ahorro, ya que, según este diario, muchas veces no se encuentra el “buen sentido” de los políticos que las gobiernan. La elección de Rato para dirigir CajaMadrid no sería sin embargo una mala noticia para el diario, ya que PRISA debe a la entidad unos 600 millones y mantiene unas relaciones aceptables con el exvicepresidente. Habrá que permenecer atentos a la evolución de la línea editorial en El País durante estos tiempos difíciles, para establecer la relación de fuerzas mediáticas que apoyarán a la Monarquía de partidos. "A pure theory of democracy" Publicada la traducción inglesa de "Frente a la gran mentira"