La lucha contra la piratería digital emprendida por el Gobierno ha recibido un duro golpe con el abordaje a la web que daba cuenta oficial de la inauguración de la presidencia de turno de la UE. Los hackers que han insertado la foto de Mr. Bean en lugar de la de Zapatero han trastocado el anuncio de tan magno acontecimiento en una humorada. Pero la ridiculización de la capacidad del presidente español para surcar la crisis e indicar el rumbo europeo no sólo procede de unos zascandiles interneteros, sino también de la prensa económica más acreditada. Financial Times y The Economist se mofan abiertamente del provisional liderazgo de un país que no atisba la salida de la recesión. Zapatero ha respondido a las burlas británicas con la siguiente ocurrencia: “es como si el Reino Unido no pudiera hablar del sistema financiero por el shock sufrido por la City”. Y para disipar las dudas acerca de nuestra pericia, el Jefe del Ejecutivo, avalado por los consejos de sabios tan reputados como Felipe González y Pedro Solbes, ha recordado el milagroso crecimiento económico acaecido en suelo español durante los últimos treinta años. Todo hombre es capaz de hacer un beneficio a otro hombre; pero el que contribuye a la felicidad de un pueblo entero es semejante a los dioses. Zapatero no se conforma con procurar el bien de los españoles, sino que aun en contra de los intereses de éstos, propone (cuando el déficit español está cerca de triplicar lo permitido en el Pacto de Estabilidad de la UE) en la “Estrategia Económica 2020”, fijar sanciones para los países que no cumplan con los objetivos comunitarios. Y es que, como decía Hölderling, el hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona. Zapatero califica de “insólito” que pueda ponerse en duda que España, durante su presidencia de turno, pueda abanderar la recuperación económica. A fin de cuentas, dice el presidente, sin la menor intención de bromear, “atravesamos una recesión económica de la que estamos prácticamente a punto de salir, si es que no hemos salido ya”. El espíritu de este mensaje post-navideño hace recordar aquella cubierta de un álbum de “Supertramp”, donde aparecía un bañista tumbado en una hamaca bajo una sombrilla; a su alrededor se veía una especie de paisaje post-nuclear. Y sobreimpreso, el título rezaba así: CRISIS, WHAT CRISIS? "A pure theory of democracy" Publicada la traducción inglesa de "Frente a la gran mentira"