El partido político que mantiene al Gobierno actual ha tenido la necesidad de apoyos para evitar la devolución de los Presupuestos Generales del Estado de 2010. Uno de ellos ha sido el proporcionado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Este apoyo ha sido considerado como una demostración del “sentido de Estado” de este grupo (Vicepresidenta primera del Gobierno) y como un síntoma de la esquizofrenia política que padece esta formación política (varios comentaristas), ya que en el País Vasco es la oposición a un Gobierno socialista apoyado por los populares y aquí, en el plano nacional, apoya a los socialistas. Pero la esencia política de tal apoyo está en otro lado. El PNV pide dar rango de ley a las normas forales (simples reglamentos locales) dictadas por las Diputaciones Forales de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya para desarrollar el concierto económico del Estado con el País Vasco (regulación de cada uno de los tributos estatales, de las haciendas locales, etc.) al igual que hace la Comunidad Foral de Navarra. En la actualidad estas normas provinciales, de rango inferior a las leyes, pueden ser impugnadas por cualquier grupo social que se sienta perjudicado por ellas ante los Tribunales ordinarios. De conseguir dicho propósito, lograrían eliminar los recursos normales ante dichos tribunales, haciendo que solamente se pudiesen recurrir ante el Tribunal Constitucional y así blindar el concierto económico. Con todo ello el PNV consigue un protagonismo político de primer orden, del que carecía desde su reciente derrota electoral: hace suyo lo que ya habían debatido en el Parlamento vasco los dos grupos hegemónicos (socialistas y populares), anima a su gente a confiar en ellos como genuinos garantes de las esencias de las “leyes viejas” y proporciona a las Diputaciones Forales unos ingresos adicionales inmensos (la subida del IVA, la eliminación de las exenciones del IRPF, etc.) sin tener que subir los tipos (este trabajo lo hará el Estado, ellas realizarán los ingresos). Además garantiza un inmenso poder político para estas mismas Diputaciones Forales (el PNV gobierna actualmente en las tres) y coloca una carga de profundidad al actual Gobierno Vasco dando carta de naturaleza a unas Instituciones que aprobarán normas con la misma categoría legal que la misma Comunidad Autónoma. Otro peldaño hacia el abismo cantonalista que unos pocos avispados nos obligan a bajar para pactar con el diablo. "A pure theory of democracy" Publicada la traducción inglesa de "Frente a la gran mentira"