Los presupuestos generales del Estado para 2010 han marcado las preferencias de Zapatero y las necesidades de la Monarquía de Partidos para poder seguir funcionando como un régimen con una estructura de poder redundante e ineficiente. Si la crisis financiera unida al estallido de la burbuja inmobiliaria anunciaba el cambio de modelo productivo, la reducción en un 15% del presupuesto destinado a la investigación científica básica, lo desmiente. El PSOE logró evitar la enmienda a la totalidad de los presupuestos pactando con la minoría vasca del PNV y Coalición Canaria. La estrategia política del PNV al pactar con el PSOE responde a la explicación histórica de cómo algunos Estados obtienen la hegemonía frente a otros. En este caso, el PNV intenta construir un Estado propio más eficiente, más avanzado tecnológicamente y más productivo que el Estado español. El pacto del PSOE responde al patriotismo de partido, que antepone su supervivencia electoral, evitando un estallido social mediante el clientelismo. La ley electoral de la monarquía es la madre de esta impostura nacional. La explicación de la imposibilidad de los partidos nacionales para aumentar el gasto destinado a I+D en tiempos de crisis del modelo productivo, no puede radicar en la reducción de gastos considerados superfluos o destinados a departamentos privilegiados durante los últimos tiempos, ya que las cuantiosas subvenciones al deficitario cine español han seguido creciendo. Tampoco responde a la ignorancia de un presidente del gobierno que ha valorado la importancia innovadora del conocimiento hasta que ha llegado el momento de hacerlo realidad ante el fracaso del “ladrillismo”. Hay que buscarla en el concepto de clase politica de Gaetano Mosca y de Sam Aaronovitch. La clase política perpetua de la monarquía española, una simbiosis de las finanzas y los endeudados partidos políticos estatales, causante de la burbuja inmobiliaria a través de las Cajas de Ahorro, no necesita a la ciencia para descubrir la verdad de una estructura estatal corrupta por sus normas constitutivas, sino que espera a que los demás países se recuperen económicamente mientras se contenta con evitar un estallido social a través de más endeudamiento financiero, más clientelismo, más dependencia monetaria, más fragmentación del cuerpo político nacional y menos verdad en la vida pública. "A pure theory of democracy" Publicada la traducción inglesa de "Frente a la gran mentira"