Compatriotas todos, españoles, españolas, españolos, espanolis y españuelos:
Si esperamos a que, por arte de magia, llegue la libertad por sí sola, jamás la tendremos en España, nuestro pobre país, esclavizado políticamente por una camarilla que se apropió del estado y que pretende que esto sea lo único que exista por siempre, queriendo asimismo denominarlo, qué ironía, democracia.
Para alcanzar la libertad no queda otro remedio que luchar por ella, con uñas y dientes, con las garras del hartazgo y la desesperación en unos, con la ilusión de los más optimistas o incluso con la fatalidad de los pesimistas. Pero luchar, luchar siempre. No hay que bajar la guardia, no debemos rendirnos nunca. Que el poder tiene mucha fuerza y muchos medios, todos en realidad, lo sabemos. ¿Y qué? Si no fuera así, esto no sería una lucha difícil. Cuanto más difícil sea, más bonito será conseguirlo y más sorprendido estará el resto del mundo de que en un país pequeño de extensión pero grande por historia y gestas, se consiga, por parte de sus habitantes de la nación, la libertad para todos.
Nada más necesitamos quererlo, pero de verdad. Cuando se quiere algo, se lucha por ello. Si de verdad ustedes quieren libertad para sí mismos y para sus hijos y nietos, y para todas las futuras generaciones de españoles, luchen ahora, ya, hoy, por conquistarla. Denuncien sin pausa la gran mentira, llamen corrupto a quien lo sea, no voten a esos corruptos si sabe que lo son. Hable con todos sus conocidos, hágales despertar, que piensen también, no permita que se dejen llevar por esa sopa boba socialdemócrata que lo envuelve todo, ocultando la verdad y disfrazando las más viles mentiras con una capa de corrección política contra la que, en realidad, es muy sencillo luchar. Cuando alguien te dice que llueve sin haber una sola nube en el cielo, una de dos: o es muy tonto o es un listillo que quiere que le sigas el juego de las mentiras. Muchos españoles, por desgracia, están siguiendo el juego a los oligarcas, y dicen que hace sol cuando están cayendo chuzos de punta. Estamos en una tormenta muy seria y peligrosa. Que no nos vengan con cuentos de que navegamos sobre una balsa de aceite en una piscina para niños. España se halla en el estrecho de Tierra de Fuego, vamos en barquichuela, sin remos y con todas las velas rotas. El huracán de la mentira sopla inclemente. Las ráfagas de propaganda golpean sin parar. Pero la tierra se divisa, a lo lejos, la tierra está allí, al alcance. Esa tierra prometida se llama LIBERTAD COLECTIVA.
La lucha no va a ser fácil. La libertad se conquista o jamás se tiene.