Pepita y Charito, secretarias del director de una empresa cualquiera.

-¿Has visto el PSOE? Según un titular del diario El País, Pedro Sánchez ofrece una reforma de la Constitución que exigiría referéndum.

-¿Ofrece? Veamos, sabes que a mí me encanta recurrir a la etimología de las palabras.

-Muy bien, Charito. ¿Cuál es el origen de ofrecer?

-La palabra ofrecer viene del latín “oferre”, que significa dar, entregar, dejar que alguien use algo que le pertenece.

-Primera parte aclarada. Pedro Sánchez quiere dar, entregar, dejar que los partidos reformen la constitución que les pertenece.

-Enseguida completaremos la frase, Pepita, pero antes prosigamos con el estudio etimológico. Analicemos esta vez la palabra reformar, que procede del latín, “reformare”, y significa volver a dar forma a algo.

-¡Ah! Pedro Sánchez quiere dar, entregar, dejar que los partidos vuelvan a dar forma a la constitución que les pertenece.

-La frase empieza a ser comprensible, pero hemos de continuar con el análisis. No nos precipitemos. Observemos ahora el origen de la palabra constitución, que viene del latín, “constitutio”, “constitutionis”, nombre formado a partir del verbo “constituere”, que significa organizar, construir, establecer, erigir.

-Pedro Sánchez quiere dar, entregar, dejar que los partidos vuelvan a dar forma a la organización del Estado que les pertenece.

-Hemos avanzado mucho, pero todavía nos queda analizar la palabra exigir, que tiene también un origen latino y significa discutir, reclamar.

-Pedro Sánchez quiere dar, entregar, dejar que los partidos vuelvan a dar forma a la organización del Estado que les pertenece aunque reclamaría un referéndum.

-¡Fíjate! Yo pensaba que los referéndum los reclamaban los gobernados.

-Desde luego. Analizando la frase hemos llegado a la conclusión de que no hay constitución. Porque si la hubiera, ningún jefe de partido podría dar, ni entregar, ni dejar que los partidos vuelvan a dar forma a la organización del Estado que les pertenece, porque además el Estado no les pertenecería.

-Por otra parte, son los partidos los que pertenecen al Estado que les paga.

-Por supuesto. Y no olvidemos el artículo 16 de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, que dice: Una sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada, ni la separación de poderes determinada, no tiene Constitución. ¿Hay separación de poderes en España?

-No.

-Entonces no hay constitución. Luego el titular correcto sería éste: Pedro Sánchez quiere dejar que los partidos vuelvan a dar forma al Estado que les pertenece, pero reclamaría un referéndum.

-¿Los partidos reclamarían un referéndum para reformar el Estado que les pertenece?

-Un referéndum plebiscitario. Le preguntarían a los gobernados si aceptan o no la nueva organización del Estado. Puesto que me niego a llamar constitución a nada que no esté constituido por la libertad colectiva, la libertad de todos los gobernados.

-Si los españoles supieran que las constituciones someten a la sociedad política y no al revés… Si hubiera constitución jamás se reformaría, en todo caso se enmendaría para actualizar alguno de sus artículos.

-En fin… Volvamos al trabajo.

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