Desalojo de la Universidad (foto: Rafa 59 II) El Gobierno, la Universidad y los medios de comunicación han traicionado una vez más al confuso, pero siempre fresco e intuitivamente comprometido con la dignidad de la sociedad civil, movimiento estudiantil. El Gobierno catalán aporrea a los estudiantes con un salvajismo propio del más abyecto tiranillo provinciano; la Universidad hace oídos sordos a sus demandas de publicidad y debate de los proyectos que influirán decisivamente en sus vidas; y los medios de comunicación orgánicos los convierten en anti-Bolonia para convertirlos en imagen especular del folclórico movimiento anti-globalización e instrumento del nacionalismo. Se habla de caos, de vandalismo. Las disculpas de Juan Saura, bendito consejero de Interior de la Generalidad, sólo dejarían de ser lágrimas de cocodrilo si asumiese la responsabilidad política por lo sucedido, pero sabemos que en España tal cosa no existe. En su lugar, el señor Saura pedirá a su propia policía que investigue a la policía o pedirá a su propio partido que lo investigue a él. Cortará la cabeza de cualquier sargento Vázquez, dará orden de que los policías se conviertan en estatuas cubiertas de escupitajos, acudirá a una o dos reuniones con los cabecillas estudiantiles y recibirá tres llamadas: la de Montilla, la de Rovira y la del número uno. Pero Joan, ¿qué ha pasado? En realidad todos nos encontramos sometidos a un Plan Bolonia social cuya aprobación depende exclusivamente del capricho de la casta política, mediática y económica que usurpa el lugar de la sociedad política. Del Plan Bolonia para todos saldremos con enclenques garantías de seguridad material a cambio de renunciar a lo más precioso del ser humano: el saber, la originalidad, la libertad. Y el Plan Bolonia propiamente dicho será aplicado tarde o temprano. Con ese nombre o con otro. Los estudiantes españoles son afortunados, ahora se revuelcan gozosos en la orgía pluralísima de las ideologías, del pasotismo, o del labrarse un futuro. Mañana balbucearán en cualquier programa televisivo una pregunta para usted. Usted, el líder político de turno que el régimen les presentará en una epifanía mediática para que arrastren con picarona espontaneidad su servilismo.