Uno de los episodios que ha marcado la impronta de nuestro sistema político, el marchamo de nuestro desarrollo ético y el estigma de nuestro sistema económico, ocurrió en el año 1.981. Hemos celebrado este año, su trigésimo aniversario. En esas fechas se detectó el primer caso de corrupción relevante y estaba relacionado con irregularidades en la concesión de contratas sobre recogida de basura. D. Alonso Puerta, se alzó entonces contra la corrupción de modo formidable. Esta actitud que debiera ser normal en un político, ha convertido a D. Alonso, en un Aristócrata, en el sentido que tuvo esta palabra en la Atenas clásica y que tanto conmovió a Nietzsche: Aquel que dice verdad, que crea valores. Clamó contra los sospechosos de corrupción, fueran o no de su propio partido político. D. Alonso, esperó un apoyo monolítico de sus filas en su lucha contra la corrupción. D. Alonso Puerta, fue expulsado del partido y expelido de sus cargos. Se produjo un caos y un escándalo, porque el Tribunal Supremo le asistió, siquiera moralmente, antes de su proscripción política. Le aplicó los santos oleos del consuelo cuando partía hacia el ostracismo.¡A un condenado político!. Aquello si fue un caos. Se puso remedio político a esta vileza, a esta felonía, a este sin-dios y a esta sinrazón: Los políticos que condenaron a Alonso Puerta, pactaron que elegirían ellos mismos a los miembros del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional de modo directo o indirecto. Lo apañaron. Aplaudimos. Les votamos. Nos pasaron del caos a su cosmos. La saña y el sadismo desplegados en la persecución política de D. Alonso Puerta y el cambio en el sistema judicial, para adaptarlo a los partidos, fue un aviso a navegantes. D. Alonso Puerta no se enfrentó a la corrupción. Quizás sin saberlo, se enfrentó al sistema, que ya estaba corrupto hace treinta años, como obviamente demuestra su caso. En la actualidad, el máximo dirigente del partido gobernante de Alicante, el Sr. Ripoll, ha dimitido de sus responsabilidades políticas, por estar en una situación de libertad con cargos en un proceso relacionado ….. con las irregularidades en las adjudicaciones de contratas de recogida de basura. No es noticia: Falta el requisito de la novedad en los hechos. Falta el pathos del estupor en quienes los conocemos: no es noticia porque nos es indiferente. Nos hemos acostumbrado a convivir con un sistema corrupto, al que alimentamos, votamos, mimamos y aplaudimos. Nuestro heraldo de los tiempos canta con la misma música. Nosotros cambiamos el título: Pepe Blanco, Ripoll, Brugal, Roldán…. Hay que cambiar la partitura.