El ex líder de Herri Batasuna, Arnaldo Otegi, ha visto rebajada su condena de ocho a seis años de cárcel por un delito de opinión, según acaba de hacer público el Tribunal Supremo. El asunto fue analizado a fondo en los informativos de Radio Libertad Constituyente y nuevamente el abogado Antonio García Trevijano sorprendió a la audiencia con su criterio.
Aunque el magistrado Alberto Jorge Barreiro defendía la absolución de Otegi en un voto particular, Trevijano negó que esta sentencia pudiera enjuiciarse en función de los votos. “Todas las decisiones judiciales deben ser transparentes, pero la prensa debe hacer pedagogía con ellas: el fallo puede calificarse de justo o injusto, pero nunca por los votos. Sea por unanimidad o por mayoría, el fallo es tan justo o no en un caso como en el otro. Decir lo contrario sólo conduce a despistar a la opinión pública, como hacen habitualmente los medios de comunicación en estos asuntos complejos”.
Trevijano señaló sin embargo que el delito de opinión es “antijurídico”: “Otegi no debía haber entrado en la cárcel, no estaba acusado por delito de acción, ni con sangre ni sin ella”. El notario fue consciente de que “decir esto es incorrecto políticamente y puede producir escándalo, pero lanzó una pregunta a la audiencia: “¿Tan débil es la conciencia moral española para encarcelar a quien sostiene una opinión contraria a lo que pensamos nosotros? Trevijano está a favor de condenar y prohibir a las organizaciones que defienden ideológicamente la violencia, pero no a los individuos: “eso es ridículo y vergonzoso”. Y concluyó con una cita de Voltaire: “dijo que defendería con su vida el derecho de los demás a manifestar una opinión contraria a la suya. Y añadió: “Y el que piense de manera distinta a esta merece la muerte”. Voltaire era un irónico con mucho sentido del humor, porque nos estaba tomando el pelo: no conozco a nadie que haya dado su vida por defender el derecho a expresar ideas distintas a las suyas”.