Que me dicen en la radio que Mañueco sustituye a Herrera. Pues muy bien. Y qué quieren ustedes que yo les cuente.
Es más entretenido leer el blog de Pedro Vicente que seguir las hazañas de Mañueco o Silván. Mucho arroz y poco pollo. Al menos el amigo Pedro pone chispa a la política decimonónica de estos burgos podridos bien engrasados con toda la pasta que sacan al personal.
En seguir la campaña de estos dos panes sin sal no hemos perdido mucho tiempo. En Torrecaballeros el tiempo es oro y para esto no necesitamos ni radio ni papel. Y de la tele, qué quieren que les cuente. Se estropeó hace un mes y mi madre no ha hecho intención de llamar al servicio técnico. ¡Pa lo que hay que ver! Dice con cara de sorna.
El consenso socialdemócrata ha convertido la política europea en un lodazal. Una charca en la que burócratas enfangados cobran impuestos y reciben coimas mientras dan dos pasos y redactan una directiva. España llegó tarde, pero vaya si llegó.
Al consenso socialdemócrata de la nada, del relativismo y de la falta absoluta de principios se apuntaron todos desde el primer día de la Santa Transición. En fin, que aquí y ahora, socialdemócratas tenemos de todos los colores. Desde el fascistón con rojigualda al batasuno con corte de pelo a cuchillo. Vamos, que lo mismo da o que da lo mismo.
A lo de las primarias. Que sí, que a eso estamos. Desde que Robert Michels publicara la ‘Ley de hierro de la oligarquía’, y de eso ha pasado más de un siglo, sabemos que la democracia interna en un partido de masas es imposible. Sí, sencillamente una utopía.
Pues bien, algunos tontos de baba se han creído que la democracia interna es realizable en partidos comprados por el Estado. Y claro, lleven coleta, sean niñatos de Barcelona, sorayos o sanchistas, la cosa no es así.
El aparato de los sorayos se decantó por el tal Mañueco. Ellos conocerán al susodicho. El caso es que en un sistema con representación del elector y no de los partidos, ni uno solo de estos habría dado dos pasos en política. Están en el momio por ser sorayos, como otros lo han estado dorando la píldora al Zapatero remendón.
Escucho un boletín de noticias y dicen que en Segovia han votado por el candidato charro 329 afiliados del PP. Y con el carné en la boca. Pues menuda hazaña. Será que necesitaban acercarse a la urna para almorzar.
En fin, que la cosa no da para más. Qué quieren que les cuente. Si a cualquiera de ustedes les va el sueldo en saber algo de uno de estos dos pollos, el arroz lo sirven en papel. Cojan un periódico en la cafetería y verán el despliegue informativo. A su lado encontraran la publicidad oficial. Eso que antes, y acertadamente, llamábamos propaganda.
