Idolatría del Consenso
Yo maldigo la fe relativista
Que eleva a los altares el Consenso.
Iscariote sahumado con incienso,
Leviatán disfrazado de exorcista.
Será piedra angular del arribista
Y espacioso camino hacia su ascenso,
Pues temido anticristo es el disenso,
Destructor de la Iglesia del sofista.
Un nuevo mandamiento se decreta:
“Hermanos, odiaréis a la verdad
Y muerto sea el verbo, su profeta”
Lanzada contra el habla la yihad,
Triunfará el fariseo y su vil treta:
Lograr con la palabra la omertá.
El Don Quijote cuerdo
Historia de un andante caballero
En audaz acechanza de un gigante
Quien a todos oculta su semblante
Ciegas las almas, colmado el granero.
Y descubre al oculto mesnadero
Bajo el ovino atuendo del farsante
Y embiste la Verdad, su Rocinante
E irrumpe la Lealtad como escudero.
Ni fama y poder, ni oro de Guinea
Corrompen el amor del partisano,
Pues es la Libertad su Dulcinea.
Hidalgo, más ni Alonso ni Quijano.
El que protagoniza esta odisea
Es Antonio García-Trevijano.