El conservador Antonis Samaras, jefe de Nueva Democracia, no puede formar Gobierno debido a la excesiva fragmentación del Parlamento tras las últimas elecciones. Antonio García Trevijano ya anticipó en Radio Libertad Constituyente que era imposible que “las elecciones arreglaran el desbarajuste y el caos político como consecuencia del desastre de los Gobiernos mayoritarios anteriores tanto del PASOK como de Nueva Democracia”.
“La culpa ha sido de los dirigentes griegos, nunca del pueblo, aunque éste merece lo que le está pasando por haber sostenido tanto tiempo a los gobiernos de la corrupción turnados por los dos partidos mayoritarios. En cambio, la sociedad siempre cosecha en la política lo que siembra o abona. Eso pasa también en España porque el pueblo no ha luchado por la verdad ni por la libertad politica”.
Grecia está acercándose a la quiebra política de su Estado, como ya lo está en su economía. La descomposición de la estructura política griega está tan avanzada que la prensa se apresura en calificar de radical a todo partido diferente de los dos tradicionales. Llama fascistas, totalitarios o nazis, a cualquier grupo que use siglas o palabras de antaño sin representar peligros de violencia inmediata, ni ser un producto representativo de la sociedad civil. Son las actuales circunstancias de crisis moral las que propician las extravagancias políticas. El partido “Amanecer Dorado” de Grecia, de extrema derecha, lejos de ser un partido de ideología nazi, “se disolverá cuando las condiciones que lo han hecho nacer, se disipen como se levanta la niebla al primer sol de la madrugada”.
