El terremoto que ha asolado la región italiana de Ferrara este fin de semana dejando 7 muertos, 50 heridos y 3000 desplazados no sólo ha dejado un reguero de sangre. También ha dañado el patrimonio histórico-artístico de esta región, en el que se incluye el Palacio Schifanoia. El seísmo es el más grave desde que en 1997 la región de Umbría sufriera un temblor que acabó con el techo de la Basílica de San Francisco de Asís.
En Radio Libertad Constituyente se informó sobre la última hora de esta catástrofe y Antonio García Trevijano alertó sobre la importancia histórico-artística del Palacio Schifanoia, cuyo friso del pórtico parece haber sufrido daños.
Las cornisas del Castillo de los Este han resultado carbonizadas, cerca del jardín de los Finzi-Contini, escenario de la novela de Giorgio Bassani y la película posterior de Vittorio de Sica. También se derrumbó un palacio del siglo XVIII, así como las iglesias de San Carlo y Santa María in Vado, donde se derrumbó la estatua de la virgen y en San Felice sul Panaro cayeron tres iglesias y el castillo de La Rocca.
Trevijano, autor de varios libros de arte que analizan el rico patrimonio artístico de esta zona, dijo que los murales de Schifanoia eran una de las joyas del Renacimiento. Obra de Cossimo Tura y Francesco del Cossa, sus misteriosas y extrañas alegorías solo fueron interpretadas cuando el crítico de arte Aby Warburg descifró su relación con la religión hermética.
Los graves desastres naturales suelen producir momento de íntima reflexión espiritual y religiosa en los seres humanos que los padecen, aunque sobre esto precisó que “es producto de la reflexión antropocéntrica del hombre” y no de una visión cósmica. “Desde este último punto de vista, somos polvo de estrellas y a pesar de sus avances el hombre jamás podrá controlar un fenómeno tan inmenso como un terremoto, que se produce también recurrentemente en el resto del universo y en otros planetas de nuestro sistema solar”.
