El catedrático de Derecho Constitucional Javier García Fernández ha publicado en el diario El País una tribuna bajo el título “La reforma de la Constitución”. Voy a aprovechar esta cuartilla en blanco para hacerle una única observación.
Le pide usted al Gobierno que elabore una propuesta de reforma de la Constitución del 78. Es usted catedrático de Derecho Constitucional, por lo que es inverosímil que desconozca que las constituciones existen para limitar el poder de los Gobiernos e impedir que abusen de su poder. Aun así, usted quiere que sea el Gobierno el que reforme la norma que debe limitar su poder. Lo que usted propone es análogo a una reforma del Código Penal elaborada por los delincuentes.
Ni siquiera me molestaré en denunciar que le aconseja usted al Gobierno que haga esta reforma a escondidas, que la muña con los señoritos de los partidos o que ni en una sola ocasión menciona usted a los ciudadanos. La libertad de cátedra existe para que el poder político no pueda impedir que se enseñe en las aulas lo que pueda perjudicar el ejercicio de su poder. Usted, desde su cátedra, pide al Gobierno que se arrogue poderes de dictador. Javier García Fernández, es usted todo un héroe de la libertad y el constitucionalismo. Esta es la elite intelectual del 78.