Gratis. En España hay dos clases de delitos. Los que se penan y los que son gratis. El Derecho español del consenso es la nueva luz y guía de la administración de Justicia en el hemisferio occidental. Nunca antes vio el mundo tal innovación jurídica.

Dada la limitación de esta cuartilla, no podemos enumerar todos los delitos que han obtenido la anuencia de los tribunales y la defensa de los fiscales. Pero hoy sabemos que el delito de sedición y el de la inacción del Gobierno de hacer cumplir la Ley no son perseguidos ni penados. Los sediciosos se van a casa con los laureles de ser inhabilitados para ocupar un cargo en el Estado cuya destrucción perseguían.

La sedición está tipificada como delito, pero no es identificada ni perseguida ni juzgada ni penada. ¿Hay artículos del Código Penal cuya vigencia y aplicación dependen de la voluntad de audiencias y gobiernos?

La realización de acciones continuadas con el designio público de romper la unidad de la nación española, y por tanto del sujeto constituyente español, es un delito monstruoso que no sólo pone en peligro la libertad y la seguridad de las personas, sino que puede llegar a provocar la muerte de muchos. Por eso es tan grave. Quien promueve acciones que pueden desembocar en un enfrentamiento entre españoles debe arrostrar las consecuencias de sus actos. Y si grave es cometer un delito de sedición, aún más lo es fingir que no se ha producido, señor Rajoy. Sin la necesaria colaboración del Gobierno de España, la sedición no habría tenido lugar.

La sentencia que se limita a inhabilitar al sedicioso Artur Mas es un llamamiento al delito, una oda a la prevaricación, una alabanza del robo al contribuyente y una apología de la sedición y la violencia que ésta pueda llegar a producir.