Nadie volvió a hacer la pregunta, pero ahí la dejó Madariaga (en una alocución radiofónica en la BBC en la Navidad del 45): “¿Por qué el comunismo y el nazismo persiguen el pesebre?”
–El verdadero regalo espiritual de la Navidad es que el hombre no puede negar su humanidad sin caer en lo animal. El pesebre produjo una corriente educadora de vigor incalculable. Por eso Hitler se dedicó a la gente joven, para arrancarle de raíz todo elemento de cultura cristiana. Así se explica que Irma Greese, ahorcada hace quince días por su conducta en Belsen, hubiera perdido a los 22 años hasta los sentimientos más elementales de caridad.
La alcaldesa comunista de Madrid, que sabe más por vieja que por diabla, ha hecho este año, víspera de elecciones, un tarjetón de felicitación de… “la Navidad”, y en eso ya nos sale más lista que Obama, el Nobel de la Paz que en el país más religioso del mundo (sin religión no funciona la democracia, se trajo dicho Tocqueville de América) estuvo ocho años diciendo “Happy holidays” donde siempre se dijo “Merry Christmas”, y volvemos a la alocución de Madariaga, a quien los correligionarios de la alcaldesa madrileña llamaron “tonto en cinco idiomas”:
–Bibliotecas enteras de filosofía moral no han ejercido sobre el progreso humano influencia mayor para hacer que se respete a todo hombre, por humilde que sea; a toda mujer, a todo niño, que esta sencilla escena del pesebre, representada de nuevo cada año en toda la Cristiandad.
En años sin elecciones, la alcaldesa comunista de Madrid, para no decir Navidad, decía “Fiesta de la Curiosidad”. ¡Ea! La vida que no es una gran curiosidad inteligente no vale la pena. Pero vienen unas elecciones, y lo que era curioso se vuelve navideño, con un tarjetón infantilón (reminiscencia de aquel José Ramón que ilustraba el socialismo puertohurraqueño de Guerra) que Silva, un vecino de Andanada en Las Ventas, describe, como quien vacía la cesta navideña de “Plácido”, así:
–La felicitación de la v…: el avión de Pedro volando sobre Madrid, unos molinillos, tres ovejas, un paralítico tirado en el suelo sin ayuda, tres palomas en un banco haciendo el castellers, los Reyes en bicicleta y lo mejor es que abajo a la derecha hay un ataúd con ruedas, que debe de ser que ya han sacado a Franco.
Paz y bien.