Intervención de Don Saturnino Aguado en Libertad Constituyente a 1 de febrero de 2012
Se nos ha olvidado una cosa muy importante que es la recesión. La gran recesión, la depresión a la que nos conduce esta política fiscal consistente en subir impuestos y en bajar el gasto público. ¿Por qué? Como decía ayer Krugman en su último artículo, cualquier estudiante de economía que haya estudiado a Samuelson -porque en los últimos manuales de moda de economía no se estudia-, sabe que esta política fiscal es recesiva.
El Banco de España prevé que para este mismo año la tasa de crecimiento del consumo público en España sea de -6,3 por ciento y para el año siguiente un -3,3. Eso explica en gran parte que la tasa de crecimiento para este año sea un -1,7. Por supuesto hay muchas otras razones: el consumo privado afectado por los impuestos, la inversión que este año va a bajar un 9,2 por ciento y el sector exterior. En cualquier caso esta política fiscal contractiva del Partido Popular conduce a la contracción de la actividad económica, a este -1,7 por ciento -o veremos si llegamos al 2 por ciento. A la recesión o, digamos ya depresión, como Chrisitine Lagarde empieza a decir.
Últimamente hemos recuperado varios término en economía: recesión, que no es nada comparado con lo que tenemos; gran recesión, que tampoco es nada porque era la situación hasta ahora, y ahora comenzamos a hablar de los expertos ya no de gran depresión, que sería el colmo, volver al 29, pero sí hablamos ya de depresión.
Fotografía de Tony the Misfit