El triunfo del combinado español en la Eurocopa de naciones nos sirve para darnos cuenta de que lo que nos une a los españoles no es «la Constitución», como machaconamente nos grita la propaganda, sino el fútbol. En realidad la Liga de Fútbol Profesional ha hecho mucho más por la unidad nacional que cualquier medida emanada de los partidos.

No es broma. Si nos paramos a pensarlo un instante, nos daremos cuenta de que el mecanismo de integración de equipos de los distintos lugares de la geografía patria en una misma competición tiene un efecto integrador evidente. Más que cualquier medida tomada por los partidos políticos.

Lo que no se entiende es que quienes puedan aceptar fácilmente esa realidad, sin embargo nieguen que elegir al presidente del ejecutivo entre todos los nacionales a la manera uninominal no ejerza el mismo efecto aglutinador. O que la elección de representantes en el legislativo por distrito, en lugar de acudir a listas de partido que no representan más que a éstos, funcione igualmente como elemento de cohesión.

Sabiendo el porqué de esa evidencia natural, se conocerá también la razón de que nos parezca más absurdo oír decir a algún nacionalista que la selección nacional no le representa, que la misma afirmación hecha por cualquier indignado de la política respecto de la «casta». Hasta que se convierte en parte de ella, claro.

Es la misma razón por la que, superadas hoy las bases del tradicional menú reivindicativo nacionalista de idioma y transferencias, al albur de ese ineludible pactismo favorecido por un nefasto sistema electoral imprescindible para alcanzar la deseada «estabilidad de gobierno», el independentismo se manifieste en su pleno esplendor deportivo reclamando por la existencia de selecciones autonómicas que compitan en pie de igualdad en trofeos internacionales.

Que gigantones de aquí que juegan al baloncesto en la República norteamericana o futbolistas vestidos con los colorines de las banderas de su comunidad hagan una declaración nacionalista se convierte en objetivo periodístico con más repercusión que cualquier propuesta partidista.

Al final va resultar que el fútbol nos va a enseñar algo…

1 COMENTARIO

  1. España unida jamás será vencida.Los españoles audaces,capaces y decentes tienen que transformar esta Monarquía de los partidos y de las autonomías en democracia.En España hay un régimen de oligopolio político que tiene que ser disuelto,mediante una adecuada reforma de la Ley Fundamental borbónica de 1978 que establezca de una vez la democracia y termine de principio con el motivo creador de la corrupción política.Este motivo está en la falta de representación de los contribuyentes,que se genera con el sistema electoral proporcional de listas de diputados de partido,y en la falta de separación de poderes en el Estado,que se genera con el sistema parlamentario.

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