El jefe del SPD, Martin Schulz (nada que ver con Charles, padre del “Snoopy” por el que juran sus cargos los laicos sorayinos), propone crear los Estados Unidos de Europa, añorados desde la ruptura con Lutero de la vieja “res publica christiana”.
–Querer hacer de los 38 estados de Alemania una nación es tan absurdo como la empresa de reunir en un solo enjambre 38 enjambres de abejas conducidos por sus 38 reinas –dejó dicho Max Stirner, el último alemán ingenioso del que se tenga noticia.
Imaginen ustedes lo que sería (¡al modo europeo, con Merkel, Macron y Mariano en el papel de Hamilton, Madison y Jay, más Cebrián de Tom Paine!) hacer de los 29 estados de Europa una nación.
Pero “Deus escreve direito por linhas tortas”, y aparta del fútbol a los hombres que destina a triunfar. Igual que Julio Iglesias, Schulz no pudo ser futbolista por un ligamento cruzado, y ahora se postula para hacer un V Reich como hiciera De Gaulle una V República.
Aun renco, mucho corre Schulz, teniendo en cuenta que su correligionario en España, Sánchez, de la mano de Rivera, el Johnny Weissmüller del Centro, se ha quedado ahora en montar un Nuremberg del franquismo, que incluye movida con el cadáver del general (número extraordinario para entretenimiento de las fieras, por si no saliera el negocio de la Reforma Constitucional): se trataría, “grosso modo”, de meter mano a quienes ocuparon cargos bajo el franquismo, y no miraremos a nadie. Esto no es la “circulación de las elites” de Pareto, pero se parece, pues estaríamos hablando de muchos sillones vacantes.
Asistimos, pues, a lo que en buen lenguaje gubernamental se llama Vuelta a la Normalidad mediante el 155 de Mariano en Cataluña. Mucho se rieron algunos del barco “Piolín” en Barcelona, pero la Historia Oficial coloca ya ese desembarco a la altura del de Colón en San Salvador o del de Carlos V en Tazones (Villaviciosa), tan decisivos en los andares de España, pronto la California (en lo progre) de Europa.