Entrevista original publicada en Línea Local, revista de Totana (Murcia)
Vicente Carreño Carlos ha sido elegido recientemente vicepresidente de Movimiento Ciudadano hacia la República Constitucional (MCRC), una organización fundada por el ya fallecido Antonio García Trevijano. Carreño es una persona de fuertes convicciones y que no duda en sumarse y apoyar un proyecto en el que cree, a pesar de que no sea una opción mayoritaria. Unas convicciones que se fueron forjando con el devenir de los años y en las que su experiencia vital y crecimiento personal ha tenido mucho que ver. Vicente Carreño nació en Totana en el año 1954, siendo el tercero de los cuatro hijos del matrimonio formado por Vicente y María Jesús, un agente comercial de productos de artículos diversos de primeras marcas y un ama de casa. Nació en la casa familiar, en el número 14 de la calle Santa Eulalia, y al lado de la confitería de su tío Tomás Carreño. Precisamente, su infancia transcurrió entre tres negocios emblemáticos en la época: la citada confitería, la sombrerería Hijas de Ginés Carlos, de su familia materna, y la Imprenta de Ignacio Navarro, cuya esposa era prima hermana de su madre. Tres lugares de los que guarda bonitos recuerdos, empapándose de tres oficios clásicos, sobre todo en el obrador de la confitería y en la empresa de artes gráficas, lugar éste último donde el ritual de componer manualmente los textos para la impresión, los olores de las tintas, el movimiento de las máquinas… se le antojaba como algo mágico y envuelto en una atmósfera especial. Sus estudios iniciales los cursó en el Colegio La Cruz de la Misión, para posteriormente continuar en la academia de Antonio Jiménez Travel, mientras que el COU lo realizó en el instituto “Juan de la Cierva”. Su vocación de ayudar a los demás se materializó en los estudios de Enfermería que cursó, un interés que surgió de manera repentina pero firme, tras tener contacto con unas enfermeras que trabajaban en el Hospital La Fe de Valencia, durante su asistencia a un retiro organizado por el Movimiento Capuchino. Precisamente, en su juventud estuvo muy ligado a este movimiento, que aglutinó a numerosos jóvenes de la zona a mediados de los años setenta en torno a unos valores espirituales y humanos, y del que guarda recuerdos entrañables. Una vez tuvo clara su vocación, no dudó en matricularse en la Escuela de Enfermería de Murcia, y al acabar sus estudios, trabajó primero durante nueve meses en el Hospital Comarcal Santa Rosa de Lima. Al finalizar este período, realizó una solicitud al entonces Insalud y consiguió una plaza en el servicio de quirófanos infantiles del Hospital Virgen de la Arrixaca, donde permaneció veinte años hasta que pidió el traslado al centro de salud de Purias, en el que ha trabajado otros tantos años hasta la actualidad, cuando le faltan apenas unos meses para jubilarse. Destaca que su conciencia social se despertó en la época de su asistencia al Movimiento Capuchino, donde tuvo contacto con la doctrina social de la Iglesia. En este sentido, recuerda sus primeros pasos en torno a movimientos sociales, como cuando participó, junto a un grupo de personas, en la creación de la primera asociación de vecinos del barrio de Triana de Totana. Paralelamente a ello, junto con un grupo de jóvenes, comenzó a organizar actividades en el Ateneo de Totana, de corte cultural y divulgativo, tratando de crear espacios de reflexión.
Por otra parte, sus inquietudes más reivindicativas se iniciaron también en su época estudiantil en las movilizaciones para que la Escuela de Enfermería de Murcia (dependiente entonces de la Universidad de Murcia), adquiriese el estatus de Escuela Universitaria. Sin embargo, su actividad política no se inició hasta 1975 cuando ingresó en el Partido Comunista de España (PCE). De aquella época recuerda las reuniones clandestinas en un piso franco en Murcia, o los viajes de regreso a Totana en el autobús con una veintena de ejemplares de la revista Mundo Obrero escondidos para repartir a su llegada al municipio, algo que hacían no sin cierto temor. También recuerda el clima de diálogo e intercambio de ideas, con reuniones con PSOE, PSP, Izquierda Democrática, CCOO, UGT, USO…
Políticamente llegó a formar parte de las listas electorales de Izquierda Unida en varias ocasiones y hasta el año 1994 estuvo vinculado al PCE, pero poco a poco fue “desconectándose”, como él dice, al tomar contacto con las tesis del pensador y político Antonio García Trevijano, al leer su libro “Discurso de la República”: “Comencé a tomar conciencia de la gran mentira que había supuesto la Transición y la ausencia de libertades políticas existentes, por lo que fui desconectándome emocionalmente del PCE”. “En España no hay democracia, sino oligocracia, partidocracia, de manera que el poder del Estado se lo reparten las cúpulas de los partidos políticos y no reside realmente en los ciudadanos como debiera ser. España es un estado de partidos y no una democracia en el sentido formal”, sostiene. Según estas tesis, “la esencia de la democracia real es el parlamentarismo, del que en sentido estricto se carece en España, con una separación real de poderes”, argumenta. La figura de García Trevijano, clave Tras leer el “Discurso de la República”, de García Trevijano, Carreño reconoce que algo hizo clic en su interior: “Me motivó su lectura y me lancé a informarme de la figura de Trevijano en los periódicos”, señala, al tiempo que dice que leyó otros de sus escritos como el que recoge los 14 puntos que él redactó para la Junta democrática o su libro “La teoría pura de la democracia”, que fueron incrementando su entusiasmo por las teorías de este político. En el año 1998 acudió a una conferencia que García Trevijano impartió en Lorca y que definitivamente le cautivó, de manera que contactó con él y mantuvo correspondencia durante un tiempo intercambiando ideas y pensamientos, hasta que en el año 2006 consiguió, junto a otras personas, que pudiera venir a ofrecer una charla en Totana titulada “La República Constitucional”, que tuvo lugar en “La Cárcel”. Precisamente, a finales de ese año 2006 se dan los primeros pasos para la creación de una asociación, el Movimiento Ciudadano hacia la República Constitucional, que oficialmente arrancó en 2007 y del que él forma parte. Esta agrupación es una asociación cultural y prepolítica, cuyo objetivo es “conquistar un período de libertades constituyentes para que los ciudadanos puedan decidir sobre una Constitución nueva”. Aunque esta formación, reconoce Carreño, no es demasiado numerosa en cuanto a seguidores, va evolucionando y creciendo lentamente. Entre las propuestas que lanzan a la ciudadanía, la de la abstención en las elecciones, como método para deslegitimar el régimen actual. Para MCRC, “lo fundamental es la libre elección de nuestros representantes, de manera que proponen elegir uninominalmente y en cada pequeño distrito a diputados, y en otras elecciones separadas, elegir al presidente del gobierno”, detalla. En MCRM, Carreño se ha encargado en los últimos años de coordinar el grupo del sureste y desde la última asamblea del 21 de julio, ha sido elegido vicepresidente nacional. Desde esta nueva posición trabajará si cabe con más ahínco para que las tesis de García Trevijano vayan ganando adeptos, en aras a conseguir lo que él denomina una “democracia formal”.
El Movimiento Ciudadano hacia la República Constitucional es una asociación cultural y prepolítica española de la que Vicente Carreño es en la actualidad su vicepresidente. Surgió en el año 2006, ante lo que sus fundadores consideraban “falta de libertad política de la sociedad civil”. “La forma política actual debe calificarse como Estado de partidos, oligocracia de partidos o partidocracia. Nunca como democracia”, señalan. Entre sus tesis, el movimiento no apoya ni apoyará a ningún partido político, nunca participará en unas elecciones, y se disolverá una vez alcanzada la libertad constituyente. El MCRC persigue como principal objetivo “la apertura de un período de libertad constituyente en España, tras el cual sea posible la implantación de una República Constitucional, un sistema de gobierno que cumpla con las dos principales reglas de juego de la democracia formal: la representación ciudadana y la separación de los poderes. Esto conlleva la elección directa de diputados de distrito mediante el sistema mayoritario uninominal (poder legislativo), la elección directa del presidente de Gobierno (poder ejecutivo) y la elección del gobierno de los jueces por parte del mundo judicial (Consejo de Justicia)”. El fundador de MCRC fue Antonio García Trevijano, jurista, pensador e intelectual nacido en Granada y fallecido hace unos meses, autor de numerosos artículos en los principales periódicos de España y de varios libros en los que deja claras sus tesis, entre los que destacan “El discurso de la República” (1994), “Teoría pura de la Democracia” (1996) o “Teoría pura de la República Constitucional” (2010). Para más información sobre el Movimiento Ciudadano hacia la República Constitucional se puede consultar la web mcrc.diarioerc.com
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