Estadios de la Espiral Dinámica El modelo evolutivo de la “Spiral Dynamics” ofrece una explicación convincente de los bruscos choques entre constelaciones emocionales y mentales de sujetos, según la teoría alineados en diversos estadios de conciencia emergidos durante el desarrollo general de la especie. Este marco explica tránsitos tan lógicos, cuando mirados con perspectiva, como díficiles de efectuar cuando vivamente experimentados. Su sencilla descripción en forma de corrientes (dominio/ poder, autoridad/ mítico, estratégica/ científica, relativista/ pluralista, integral) permite explicar la ceguera de cada tipo y su única posible trancendencia mediante el paso a la inmediatamente superior. Así, la ruptura de la conciencia autoritaria, con su recto sentido del camino y típica de las sociedades míticas, es consumada por la mentalidad científico-emprendedora del capitalismo. Ésta, a su vez, se ve desbordada por la incipiente exigencia de incluir todo lo marginal. Pero para ello ésta pone en marcha una operación de ingenua igualación que de hecho socava los cimientos de su propia aspiración. De ahí que esta corriente haya de verse superada por una voluntad de colocar cada constelación en su lugar de acuerdo con una jerarquía evolutiva natural. El tema es vasto y está plagado de implicaciones políticas. Mientras que la derecha tradicional se situaría en la corriente mítica, un amplio abanico de sujetos se desprende paulatinamente de sus vínculos para buscar una vida más centrada en adquisiciones individuales. Tras ello, y esto es un fenómeno reciente, emparentado con lo que se ha denominado postmodernidad, asistimos a un movimiento de fuerte acento relativista que aspira a incluir todo lo hasta ahora marginado, pero que, al igualizarlo todo, se pisa sus propios talones: la barbarie no está a la misma altura que la moral post-convencional. El discurso del PSOE, por ejemplo, tiene trazas de esta corriente; si bien la izquierda en general ha asomado por las ventanas de todas las anteriores, inclusive por supuesto la del dominio/poder y la tribal anterior, que no hemos mencionado. Los autores de la teoría (Beck y Cowan) argumentan que la única salida al choque entre las corrientes es el ascenso a una de segundo grado (mejor dicho, dos, que llaman integral y holística), capaces en principio de reconocer tanto la necesidad como la insuficiencia de todas las previas. El discurso de la democracia formal se situaría en este ámbito.