Hoy no he caminado el camino hasta Casas de Juan Núñez, he viajado de avanzadilla para conseguir en el pueblo alimento, pan, fiambre, yogures, y un lugar para acampar. He hablado con la gente del pueblo en su ambiente, los bares de jubilados, las mujeres a su compra: todos están indignados, hartos. Pero en la asamblea no habla nadie, como si estuvieran resignados, ajenos. En el ayuntamiento me han hecho un bando anunciando nuestra llegada y algunas fotocopias.   Cuando ha llegado la marcha las noticias que se comentaban eran los desalojos de varias plazas. Las marchas condenamos firmemente los desalojos y la brutalidad policial a nuestras acampadas hermanas (Ciudad Real, Tenerife, Castellón, Badajoz, Palma de Mallorca, Valencia, Alcoy, etc.). De igual manera se ha comentado de manera muy negativa, como una infiltración del propio régimen en el 15M, o la utilización oportunista del M15M por parte de los promotores del partido político “Movimiento Anti Crisis 2012”. Que la buena intención sea la que guíe las acciones de este recién creado partido no justifica en modo alguno que utilice al M15M como mecanismo de auto promoción. M15M es apartidista.   No nos reciben agasajando nuestro esfuerzo con frutas y bebidas refrescantes a la entrada de los pueblos porque estemos cansados. No nos siguen o nos escuchan porque seamos un entretenimiento o una diversión, no somos unos “saltimbanquis”. Somos su última esperanza de que algo cambie de verdad. Para muchos somos la última llamada de un tren que no tiene horarios. Nos empujan con la mirada, notamos su calor, aunque al alba nos alejemos otra vez. Nos ayudan porque quieren que lleguemos, que se nos tenga en cuenta.   La marcha está un poco dividida porque hay unos que consideran que para evitar ser cogidos por el sol es razonable caminar desde las 3 de la madrugada para recorrer la mayor parte de cada etapa por la noche. Otros consideran más razonable descansar bien y caminar de día. En el momento en que redacto esta crónica una decena de personas caminan hacia el próximo pueblo donde se echarán a dormir, a medio camino de Albacete. Otros saldrán a las 3, y yo, espero que me dejen dormir hasta el amanecer.