La pancarta que muestra la fotografía fue una de las más aplaudidas y nada tenía que ver con las reivindicaciones sociales de los sindicatos CC.OO y UGT. De hecho, algo se salió del guión que habían planificado las centrales para el 14-N: a las demandas económicas contra los recortes se sumaron espontáneamente numerosos manifestantes con consignas propias contra los políticos y sus abusos, la ausencia de representatividad de los parlamentarios, la nula división de poderes o la necesidad de un proceso constituyente. Hasta los ecos de un referendum entre Monarquía y República se oyeron en muchas ciudades de España, algo insólito en una protesta sindical de este tipo.