La trivialización de la información por la avalancha diaria de sucesos que no merecen el nombre de noticias, hace que las que lo son, e influyen de manera realmente importante en la vida de los ciudadanos pasen a menudo inadvertidas por no estar lo suficientemente enfatizadas, analizadas en profundidad o debidamente contextualizadas.
La importante noticia de que China busca una fuente alternativa de petróleo que no sea Irán podría ser considerada por muchos como el canario muerto en la galería de la mina que en otros tiempos avisaba a los mineros de que había que evacuar si no querían perecer.
En el inmenso tablero geopolítico mundial está habiendo un goteo de acontecimientos que si bien por separado no tendrían un significado especial, una vez debidamente contextualizados, conectados y concatenados marcan los hitos de un camino que lleva de manera inevitable al comienzo de una confrontación bélica.
El mismo Henry Kissinger ha hecho recientemente unas declaraciones expresando que ¨quién no oiga los tambores de guerra es que está muy sordo¨, y los grandes actores están tomando posiciones. La flota naval de los Estados Unidos ya ha destacado sus barcos de guerra en el estrecho de Ormuz, el ministro ruso de asuntos exteriores, Sergei Lavrov ha declarado que Rusia está seriamente preocupada por la perspectiva de una acción militar contra Irán y la reacción en cadena que provocaría un resultado imprevisible.
Al hilo de las declaraciones de Lavrov, merece la pena indicar que hace ya un tiempo que en centroeuropa existe una polémica que tensiona las relaciones de Polonia con Rusia, y es la instalación de un escudo antimisiles en suelo polaco, instalación que Rusia considera en palabras del Presidente Medvedev como una clara amenaza a su seguridad nacional, para lo que ya ha ordenado tomar las medidas correspondientes, que consisten en el despliegue de los equipos militares necesarios para interceptar los proyectiles procedentes del escudo instalado en suelo polaco.
Es importante mencionar que desde el final ¨oficial¨de la guerra fría no se había vuelto a tener noticia hasta hoy de la instalación o existencia de misiles en el exclave ruso del óblast de Kaliningrado, el territorio más occidental de Rusia y fronterizo con Polonia.
Según recientes declaraciones del presidente Medvedev, los países en cuyo suelo están instalados los sistemas DAM o escudo antimisiles, serían objetivos potenciales de Rusia en caso de verse amenazada su seguridad nacional. Esos países son España, Polonia, Rumanía y Turquía.
Rusia a día de hoy no ha conseguido un documento jurídico válido donde los Estados Unidos y los demás países de la OTAN den garantías de que la seguridad nacional rusa no está amenazada, por lo que ha encargado a su Ministro de Defensa que conecte de inmediato la estación de radiolocalización de detección de misiles en la ciudad de Kaliningrado, así como la equipación de los misiles balísticos estratégicos con complejos de penetración de la defensa antimisiles y de nuevos bloques de combate de alto rendimiento.
Asímismo, ha designado como objetivo para sus fuerzas armadas el desarrollo de medidas que garanticen en caso de necesidad la destrucción de los sistemas de control de la defensa antimisiles. Si las medidas enumeradas no fueran suficientes, la Federación Rusa desplegará en el Oeste y en el Este del país misiles móviles que aseguren la destrucción del componente europeo de la defensa antimisiles. Admás, Rusia se reserva el derecho a rechazar posteriores medidas de desarme, por lo que se saldría del tratado START, recurso que contempla el mismo tratado.
Fotografía de The US Army