La mayoría de los alemanes no ve con buenos ojos el apoyo financiero asegurado el sábado por los países de Europa al atribulado sector bancario español, señala una encuesta del dominical alemán “Bild am Sonntag”, pues dos de cada tres alemanes está en contra del rescate a España. Concretamente un 66% de los consultados en ese sondeo representativo (503 personas) del Instituto Emnid rechazaron la ayuda a la banca española y sólo un 31% se mostró partidario de que Europa, y por ende también Alemania, acudan en ayuda de España.
Entre los españoles, la hostilidad a la medida también es manifiesta: una encuesta de Metroscopia para El País muestra que los ciudadanos consideran que el rescate traerá graves consecuencias económicas y políticas. Un 70% lo ve como muy negativo para España, y el 50% entiende que provocará unas elecciones anticipadas, a pesar de la mayoría absoluta del PP. Y es que el asunto no da para muchas bromas: El rescate bancario producirá una contracción aún mayor del crecimiento y el FMI habla de un escenario catastrófico, caída del 4,1 % del PIB, y un millón de parados más. Sin embargo, Rajoy se ha puesto rápidamente detrás de Merkel para coincidir en que esto no es un rescate, sino una “ayuda”.
Según el economista Roberto Centeno, la banca es quien sostiene España como la única compradora deuda, y ahora España se endeuda más aún para rescatar a la banca: “En resumidas cuentas: o se rescata a los dos, o esto no se sostiene”. Y añade que para rizar el rizo del disparate nacional, “Montoro, apoyado por Cospedal, piensa sacar hispabonos, es decir, dinero garantizado por el Tesoro para mantener a los despilfarradores y a los corruptos. De Guindos dice que no, que solo a las autonomías que cumplan… y no lo hace ninguna. Y mientras tanto, Rajoy se fuma un puro, cada vez es mas difícil y costoso colocara la deuda, el mismo escenario que obligó a Portugal, Grecia e Irlanda a solicitar el rescate”. Centeno concluye que “esta casta política miserable ha llevado a España a niveles de posguerra -solo en Madrid, Cáritas tuvo que atender en 2011 a 118.000 personas–, ha llevado a 11,5 millones de persones a una situación de exclusión social, ha llevado a 2,2 millones de niños a la pobreza, una canallada casi inimaginable, tanto que según UNICEF solo nos superan Rumanía, Letonia y Bulgaria. Más de la mitad de la población ocupada es mileurista o incluso menos, y un 50% de jóvenes ni tiene trabajo ni esperanza de encontrarlo en un horizonte temporal razonable. ¿Y creen que les importa? Nada en absoluto. Ahí tienen a la alcaldesa de Madrid, un ejemplo entre mil, con 1.500 asesores con un sueldo de 46.000 euros, y 200 coches oficiales, que va a subirnos de nuevo el IBI y las tasas “fuerte y dolorosamente”, porque necesita 200 más…”.
“Un país no puede vivir continuamente al borde del precipicio gobernado por mentirosos y corruptos. El responsable final de la devolución de este dinero será el Estado español, lo que plantea un problema de deuda que los mercados no van a dejar de valorar. Además, el problema de España es multidimensional, porque también hay que reducir el déficit, nacional y regional, a niveles aceptables… y todo a la vez. Por ello no tiene sentido alguno pedir ayuda para arreglar el problema de la banca, sin pedir simultáneamente un rescate de España y de las Comunidades Autónomas. Para JP Morgan, la ayuda que necesita España asciende a 350.000 millones de euros, bancos incluidos. En todo caso, la idea del Gobierno es justo la contraria: pedir una “ayuda” exclusivamente dirigida al sistema financiero, y con ello librarse de una intervención de España”.
