Desde que tomó posesión, el nuevo Ministro de Política Territorial ha estado paseando por España como embajador plenipotenciario del Estado ante varios Gobiernos autonómicos para preparar la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera que tendrá lugar en Madrid en los próximos días. El motivo fundamental era comprender sus pretensiones financieras y ofrecer, en su caso, la contraprestación necesaria para obtener el voto favorable en esa futura reunión. Dicho lisa y llanamente: ha ido a comprar voluntades para dar salida al famoso “modelo de financiación autonómica”. Una autentica falacia, como se ha descrito en varias ocasiones en este diario. Las diversas Comunidades Autónomas elaboraron sus presupuestos teniendo en cuenta unos escenarios económicos ficticios, una mayor afluencia de recursos conseguidos en el nuevo reparto de la tarta tributaria estatal (50% del IVA y del IRPF y 58% de los Impuestos Especiales) y en los demás impuestos cedidos. Sabían que sus previsiones de ingresos eran irreales y, aun así, según el Ministerio de Economía y Hacienda, aprobaron unos presupuestos para 2009 por valor de 181.844 M€. No contentos con aquellas previsiones de ingresos, para completar la financiación de estos presupuestos de gastos, decidieron aumentar su endeudamiento neto en 10.580 M€. ¿Es posible tanta locura? Sí, y aun más, ya que partían de una situación de endeudamiento desbocado: a finales de 2008, según el Banco de España, la Deuda pública viva de las Comunidades Autónomas ascendía a 68.170 M€, a la que hay que añadir otros 12.734 M€ de deuda de sus empresas públicas. A lo largo de este año hemos conocido la drástica bajada de la recaudación de los tributos del Estado, debido a la recesión económica, y muchos ciudadanos pensaron de buena fe que los dirigentes regionales, a los que creían cargados de sentido común y responsabilidad política, recortarían sus gastos y moderarían sus pretensiones de mayores ingresos, colaborando así en la resolución de la crisis económica nacional. Una vez más se equivocaron al ver que los nuevos dirigentes del Estado estaban ofreciendo 9.000 M€ adicionales o más para completar el “modelo de financiación autonómica” con mayor incremento de la Deuda Publica estatal. Manuel Chaves (Foto PSOE) No se conforman con desmantelar el Estado y saquearlo sino que aspiran a arruinar a los ciudadanos y a sus hijos, al cargar con los costes de funcionamiento de este modelo de descentralización insolidario y voraz.